Los Cardenales de Lara desataron una fuerte ofensiva durante la noche de este sábado 8 de noviembre contra los Bravos de Margarita, para finalmente derrotar al equipo visitante con pizarra de 9 carreras por 6, en un choque durante el cual hubo mucho movimiento de parte y parte en las bases, pero en el que también hubo muchas fallas con bateadores en posición de anotar.
El serpentinero ganador fue Fabián Blanco, mientras que el derrotado lo fue Abdiel Saldaña, ambos en función de relevo.
Las carreras
Las primeras rayitas del partido las marcaron los pájaros rojos larenses, cuando pisaron el plato Rafael (“Balita”) Ortega, Everson Pereira e Ildemaro Vargas, en lo que tuvo mucho qué ver un sencillo de Alí Sánchez, más un globo de sacrificio.
En el tercer capítulo, ripostaron los insulares, con otras tres anotaciones para empatar las acciones.
Así, pisaron el plato José Sánchez, Jeisson López y Edward Olivares, empujados por rodado de Breyvic Valera, un error de Luisángel Acuña y un sencillo de Juan Santana.
En la cuarta entrada, los anfitriones ripostaron con otras tres anotaciones, fabricadas con doblete de Ortega, que entró en carrera, al igual que Everson Pereira y Yonny Hernández, este último por un error en un tiro del primera base visitante al camarero, que fue muy desviado y la peiota se proyectó hacia lo profundo de los jardines.
Los crepusculares anotaron dos más en la quinta entrada, en las piernas de Vargas y de Quero.
Otra vino para los Cardenales en el séptimo, por parte de Yonny Hernández, que entró por wildpitch del monticulista insular, Eddie Demuria.
En el octavo, Bravos pisó el plato con una carrera de Ramón Fllores, impulsado por imparable dentro del cuadro por parte de José Sánchez.
Y, en la apertura del nove4no tramo, los Bravos anotaron su última rayita, en las piernas de Edward Olivares, impulsado por rodado de Wilson García.
Bancas se vaciaron dos veces
La presión del juego pareció haber influido en el ánimo de los jugadores, ya que las bancas se vaciaron en dos oportunidades, todo ello por sendos lanzamientos “arrimados” tanto de un equipo hacia el otro.
El primer conato de bronca se produjo a la altura de la parte baja del quinto episodio, cuando el serpentinero visitante, Jesús Lage, le “arrimó”, muy cerca de la cabeza, un lanzamiento al bateador de turno por lo Cardenales, Yonny Hernández, quien, tras esquivar la pelota con un rápido movimiento, le hizo igualmente un gesto como de reclamo a Lage, y allí se vaciaron las bancas, pero, afortunadamente, los árbitros lograron en ese momento controlar la situación, y la cosa no pasó a mayores.
El segundo conato de tángana tuvo lugar en la parte alta del sexto episodio, cuando ya los Bravos habían anotado una carrera.
Alí, fue entonces el lanzador “pajarraco” quien le “arrimó” la pelota al bateador de Bravos, Yeisson López, quien igualmente pudo esquivar a la pelota, pero igualmente se notó molesto y gesticulando hacia el monticulista larense, para que, de inmediato, igualmente se vaciaran las bancas, afortunadamente, sin que la cosa pasara de allí (RG).
