El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, emitió una dura advertencia a Rusia este miércoles, exigiendo el fin inmediato de la guerra en Ucrania. Durante la reunión del Grupo de Contacto para Ucrania —que agrupa a unos 50 países aliados—, Hegseth instó al Kremlin a «poner fin a esta trágica guerra, detener el derramamiento de sangre innecesario y sentarse a la mesa de negociaciones».
El jefe del Pentágono fue claro en las consecuencias de la inacción rusa. Advirtió que, si no se vislumbra un «camino hacia la paz a corto plazo», Estados Unidos, junto a sus aliados, está listo para «tomar medidas necesarias para imponer costes a Rusia por su continua agresión». Esta declaración sugiere una posible escalada de sanciones o acciones coordinadas que buscan presionar significativamente al Kremlin.
Hegseth insistió en que el Departamento de Defensa está preparado para «hacer su parte» en aspectos que solo EE. UU. puede abordar, como reforzar la OTAN y al Ejército ucraniano frente a la invasión. Esta postura se alinea con el enfoque de la Administración Trump de buscar la paz «mediante la fuerza», una estrategia que, según ellos, fue exitosa en el reciente acuerdo de alto el fuego en Gaza.
El secretario de Defensa reivindicó la capacidad negociadora del presidente Donald Trump, asegurando que él «sabe cómo forjar la paz» incluso en escenarios donde parece inalcanzable. Con un mensaje de esperanza y determinación, Hegseth apostó a que, aunque «esta no es una guerra que comenzó bajo el mandato de Trump, terminará bajo su mandato», urgiendo a aprovechar el momento para la desescalada en Ucrania.
