Los Cardenales de Lara esperan contar con Max Castillo desde el inicio de la temporada 2024-2025, lo que puede darle al manager Henry Blanco una baza importante para el bullpen o la rotación.
El derecho nacido en Maracay es uno de los mejores pitchers de los pájaros rojos, desde su debut en la 2020-2021. Y en principio vendrá a la LVBP sin restricciones, al ser dejado en libertad por los Filis de Filadelfia.
Max Castillo recibió su carta de despido el 12 de agosto, al aparentemente rechazar su reasignación al Lehigh Valley, en Triple A, luego de ser sacado del roster de 40 y pasar por waivers sin ser tomado por otra organización.
Cardenales perdió a su as en plena recta final, en la 2023-2024. En la semifinal tuvo que parar, después de 3 aperturas, a instancias de los Medias Rojas de Boston.
Lara finalmente consiguió la autorización para su reaparición en la final, tras insistentes diligencias del gerente deportivo José Yépez. Y en febrero, los patirrojos le quitaron la protección del roster y lo perdieron en waivers a manos de los Filis.
Max Castillo estará «desde el primer día» en el venidero campeonato, informó a ElEmergente.com el propio José Yépez.
Cardenales prepara nuevos planes para su staff de lanzadores, ante el paso del tiempo que afecta, como es natural, a figuras de gran peso reciente y pasado, como Néstor Molina o Raúl Rivero.
Castillo, por ahora, debería ser la cara venezolana de ese staff, que estará reforzado por varios brazos importados. En sus 4 campañas con los pájaros rojos compila récord de 9-4, con 2.94 de efectividad y 110 innings lanzados.
En la justa terminada en enero tuvo 5-0 y 2.72 de ERA en la ronda regular.
Anderson Espinoza, el otro as de Lara en la 2023-2024, no estará en las primeras de cambio, tras su éxito en Japón, agregó Yépez. La gerencia cardenalera deberá esperar por novedades sobre su estatus contractual en Japón, donde el derecho es uno de los mejores serpentineros de los Búfalos de Orix.
Max Castillo no pudo ganar en las Ligas Menores esta temporada. Cerró con marca de 0-6 y 7.62 de efectividad, antes de quedar en libertad. En 14 juegos, 13 de ellos como abridor, ponchó a 40 en 52 innings, con 25 bases por bolas.
El Emergente
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