Un petrolero ruso sancionado cambió su rumbo cuando se dirigía hacia Venezuela, luego de ser interceptado por un destructor estadounidense cerca de la costa del país, según el seguimiento de embarcaciones de Bloomberg –se lee en el portal “Versión Final”–, lo que abre interrogantes sobre la posibilidad de que Washington intensifique la presión para limitar el suministro energético de Moscú a Caracas.
El buque “Seahorse” se dirigía a Venezuela el pasado 13 de noviembre para entregar un cargamento de combustible, cuando el destructor “USS Stockdale” (DDG-106) se posicionó en su trayectoria.
Ante la presencia del buque de guerra, el petrolero ruso desvió su rumbo hacia Cuba, mientras el “Stockdale” navegaba en las cercanías de las aguas venezolanas, rumbo a Puerto Rico.
Desde entonces, el “Seahorse” intentó acercarse en dos ocasiones más, pero regresó, y permanece en el mar Caribe.
El tanquero forma parte del suministro energético que Moscú mantiene para sostener al gobierno de Nicolás Maduro frente a la presión internacional.
Su retirada podría indicar un cambio en la estrategia estadounidense, que pasaría de la mera vigilancia de buques sancionados a la acción directa para bloquearlos (RG).
