Al menos 30 personas han fallecido por ahogamiento, diez heridas y siete se encuentran desaparecidas por las fuertes lluvias, las inundaciones y los deslizamientos de tierra consecuencia del monzón del suroeste y tres ciclones tropicales –Crising, Dante y Emong– que han dejado a su paso por Filipinas más de 5,2 millones de afectados.
Hasta las 06.00 horas (hora local) de este sábado un total de 5.299.299 personas –1.460.986 familias– han sufrido las consecuencias de estos fenómenos meteorológicos adversos en 5.833 barangays (aldeas) de hasta 17 regiones distintas, según datos del último balance del Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC) recogido por el diario ‘The Manila Times’.
El mismo informe contempla más de 86.000 desplazamientos, entre los que se incluyen unas 57.500 familias que han sido reubicadas temporalmente en centros de evacuación y alrededor de 29.500 más que se han refugiado en alojamientos improvisados o residencias de familiares al margen de los centros de albergue oficiales.
Además de los incidentes relacionados con inundaciones, desde el NDRRMC han reportado hasta 379 casos de caída de escombros, 25 episodios de deslizamientos de tierra en 25 lugares y una treintena de derrumbes de estructuras. Asimismo, se han registrado daños materiales en infraestructuras públicas de transporte como carreteras y puentes, así como cortes de suministro eléctrico y agua en al menos a 154 ciudades y municipios.
Fuentes del Departamento de Agricultura consultadas por el citado medio han estimado las pérdidas agrícolas en 484 millones de pesos filipinos (algo menos de 7,3 millones de euros), afectando a cerca de 20.000 agricultores y pescadores en diez regiones. A ello se suman daños en infraestructura por valor de más de 5.000 millones de pesos (unos 75 millones de euros), concentrados principalmente en Luzón Central, Calabarzon e Ilocos.
Por su parte, el Gobierno ha respondido con la entrega de 365,3 millones de pesos filipinos (5.479.500 euros) en ayudas que han llegado a unas 474.000 familias, menos de la mitad de las que precisan asistencia.
Así las cosas, las autoridades filipinas han instado a la población a mantenerse alerta ante la previsión de que las lluvias monzónicas continúen en los próximos días, principalmente en la región occidental de Luzón.
Además, si bien las operaciones de búsqueda, rescate y asistencia siguen en marcha, han advertido de que los trabajos de restauración y recuperación podrían prolongarse durante semanas en las zonas más impactadas y de que el número de víctimas podría aumentar a medida que avanzan estas tareas.
