El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, denunció este martes el «secuestro» de 33 menores venezolanos en territorio estadounidense que habrían sido separados de sus familiares al ser éstos deportados, y ha acusado de ello al encargado de negocios de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, en lo que ha calificado de «práctica criminal, inhumana y forajida».
«El Gobierno de Estados Unidos mantiene secuestrados en su territorio a 33 niños y niñas venezolanas, separados de sus familias en abierta violación del Derecho Internacional, de los Derechos Humanos y hasta de sus propias leyes», ha señalado en una nota difundida en su canal de Telegram como «denuncia urgente» en la que ha exigido a Washington «(su) liberación inmediata y sin condiciones».
El jefe de la diplomacia venezolana ha apuntado a John McNamara como el «autor material de este crimen, responsable directo de mantener esta situación ilegal y profundamente inmoral» en un comunicado en el que ha denunciado «una práctica criminal, inhumana y forajida, impropia de un Estado que pretende erigirse en defensor de libertades mientras pisotea los derechos más elementales de la infancia».
