Hay invitaciones que no se piensan dos veces. Cuando me propusieron descubrir el nuevo Menú Degustación de Pintxos de verano 2025 en Perretxico Narváez, lo acepté sin titubeos. Conozco la reputación del lugar —referente absoluto de cocina vasca contemporánea en Madrid—, y decidí vivir la experiencia de principio a fin.
Desde que crucé la puerta del local, ubicado en la Calle Narváez 40, supe que estaba en buenas manos. El bullicio amable, el aroma de pan recién hecho y una barra donde brillan los pintxos como pequeñas joyas comestibles creaban el ambiente perfecto para una noche que prometía mucho más que buena comida.
Una bienvenida que huele a norte
Nos recibieron con una copa fresca de txakoli y una sonrisa que no parecía ensayada. Ya en la mesa, la camarera nos explicó con detalle cada plato del menú degustación —33€ por persona, mínimo dos comensales—, advirtiendo que podía haber algún cambio según el mercado. Spoiler: todo lo que probamos estuvo al nivel más alto.
El viaje arrancó con una Gilda de anchoa del Cantábrico, puro carácter vasco en un solo bocado. Una aceituna carnosa, pimiento encurtido y esa anchoa salina y perfecta que te activa todos los sentidos. Un clásico reinventado que honra la tradición.
Luego llegó el Huevo/Gamba 2023, un plato que mezcla lo lúdico con lo sofisticado. El contraste entre la cremosidad del huevo y el frescor de la gamba me hizo sonreír. Se nota la mano del chef en los equilibrios, en ese punto exacto de cocción que solo se logra con experiencia y talento.
Pero si hubo un pintxo que me atrapó de inmediato, fue el Brioche de anchoas Ortiz con mantequilla y tomate asado. El brioche esponjoso absorbía los jugos del tomate y la mantequilla sin deshacerse. Las anchoas Ortiz, intensas pero elegantes, coronaban una pieza que bien podría estar en la carta de un restaurante con estrella Michelin.
El menú siguió con una Tosta de foie con reducción de sidra. Aquí el contraste fue el protagonista: la untuosidad del foie con la acidez sutil de la sidra nos recordó que en Perretxico no se juega a lo seguro, se apuesta por el riesgo calculado.
Llegó entonces uno de los platos más originales: la Vacuna de laboratorios Perretxico, un pintxo finalista en el Concurso de Pintxos de Álava. Más allá del nombre provocador, lo que llega a la mesa es un bocado exquisito: carrillera tierna y jugosa, queso cremoso, un toque de tobiko para sorprender al paladar. Técnicamente impecable, gustativamente inolvidable.
Luego, la Tortilla al bacalao guisada al pil-pil. Un giro vasco a la tortilla española. El pil-pil envolvía el bacalao en una emulsión sedosa, y la tortilla se deshacía al tocarla con el tenedor. Si creciste comiendo tortilla en casa, este plato te sacude todos los referentes.
Y para cerrar los salados, la Carrillera al vino tinto con patatas fritas. Confort puro. La carne cocida a fuego lento y la salsa espesa eran el abrazo final que mi estómago no sabía que necesitaba. Las patatas, crujientes y doradas, no eran una guarnición: eran parte esencial del plato.
El postre, para cerrar, fue una declaración de intenciones: Torrija de brioche caramelizada empapada en nata fresca con sopa de toffee. Suena dulce, y lo es, pero también tiene capas. El brioche, caramelizado por fuera y húmedo por dentro, flotaba sobre una sopa de toffee sedosa. Un final apoteósico. Y sí, pedí una cuchara extra para no dejar nada.
Más que una comida, lo de Perretxico es una puesta en escena gastronómica donde cada pintxo tiene una historia y una intención. Se nota el respeto por la cocina vasca, pero también una libertad creativa que se agradece.
El Menú Degustación no incluye bebidas, pero la carta de vinos y cervezas está a la altura de los platos. Yo opté por maridar con un albariño que supo acompañar sin imponerse.
Información útil para no perderte la experiencia
📍 Perretxico Narváez: Calle Narváez 40
📍 Perretxico Chueca: Calle Augusto Figueroa 32
🕐 Horario Narváez: L-V 8:00-1:00 | Sábados 12:00-1:00 | Domingos 12:00-22:00
🕐 Horario Chueca: L-V 8:00-1:00 | Sábados 12:00-1:00 | Domingos 12:00-17:00
💻 Reservas: perretxico.es
Conclusión: sí, repetiría
Salí de Perretxico con la certeza de haber vivido una de las mejores experiencias gastronómicas del verano madrileño. Porque cuando la técnica se une con la pasión, cuando la innovación respeta la raíz, ocurren cosas como esta.
Y sí, ya estoy planeando volver. La cocina que se disfruta en compañía, se recuerda el doble. Y este menú, créeme, no se olvida fácilmente.
