El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido claro sobre el futuro de la Franja de Gaza. En el marco del plan de paz, Hamás se ha comprometido a entregar las armas, y Trump asegura que ha hablado directamente con sus representantes, quienes le confirmaron este paso. Sin embargo, el mensaje es contundente: si no cumplen con esta condición, su administración tomará medidas al respecto. «Ocurrirá rápido y, quizás, violentamente, pero les desarmaremos,» advirtió en una reunión con el presidente argentino Javier Milei.
El primer gran éxito de este acuerdo, según el magnate neoyorquino, ha sido la recuperación de los rehenes. «Hemos hecho algo enorme. Recuperamos a los rehenes. Eso era lo primero que teníamos que hacer,» señaló. A pesar de celebrar la liberación de los rehenes vivos, Trump lamentó que no se hayan devuelto todos los cuerpos de los fallecidos, tal como se había prometido en el acuerdo. «¡El trabajo no ha terminado! ¡La fase dos comienza ahora mismo!», indicó en sus redes.
El acuerdo firmado la semana pasada exigía a Hamás la entrega de 48 rehenes en 72 horas. Si bien liberaron a 20 vivos y entregaron 4 cuerpos, todavía quedan restos por localizar y entregar. Washington ha reconocido que Hamás podría necesitar más tiempo, pero la tensión aumenta en medio de las críticas por esta demora y las limitaciones impuestas por Israel a la entrada de camiones con ayuda humanitaria.
Las declaraciones de Trump se producen en un momento crítico. La fase de desarme está en la mira, y el presidente estadounidense no ha dudado en advertir sobre las consecuencias de un incumplimiento. La comunidad internacional observa atentamente los siguientes pasos en este complejo proceso para la paz en el Medio Oriente.
