El presidente Donald Trump anunció este martes su intención de levantar las sanciones impuestas a Siria, con el objetivo de ofrecer al país una «oportunidad de grandeza». Este anuncio se realizó en el marco de un foro de inversión celebrado en Arabia Saudita, donde Trump destacó la importancia de la colaboración en la región.
Durante su discurso, el mandatario explicó que su decisión surge tras conversaciones con líderes clave del Medio Oriente, incluido el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán al Saud, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quienes han expresado su apoyo a este cambio de enfoque. «He hablado con estos líderes, así como con otros amigos a quienes respeto mucho en la región, y he decidido ordenar el cese de las sanciones contra Siria», afirmó Trump.
Además, el presidente reveló que su administración ha comenzado a dar pasos hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Siria, un proceso que no se había dado en más de una década. «Me complace anunciar que el secretario de Estado, Marco Rubio, se reunirá con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Siria en Turquía a finales de esta semana», añadió, subrayando el compromiso de su gobierno con este nuevo enfoque diplomático.
La decisión de Trump ha generado diversas reacciones a nivel internacional, ya que el levantamiento de sanciones podría tener implicaciones significativas en la dinámica política y económica de la región. Mientras algunos ven esto como una oportunidad para la reconstrucción y el desarrollo de Siria, otros advierten sobre los riesgos de legitimizar al régimen de Bashar al-Assad, en medio de las tensiones aún existentes en el país.
El anuncio representa un cambio notable en la estrategia de Estados Unidos hacia Siria, un país que ha enfrentado más de una década de conflicto y crisis humanitaria, y plantea interrogantes sobre cómo este nuevo enfoque podría influir en las relaciones de poder en el Medio Oriente.