Con profunda tristeza, se ha confirmado la muerte cerebral de María José Ardila, una joven de 23 años que colapsó en una discoteca al norte de Cali. La tragedia ocurrió después de que María José participara en un reto que incentivaba el consumo excesivo de licor. Este doloroso suceso pone en evidencia los graves riesgos asociados a la normalización de juegos peligrosos dentro de los establecimientos nocturnos.
La familia de María José está exigiendo una investigación exhaustiva para determinar la responsabilidad de la discoteca. Argumentan que los establecimientos tienen el deber de garantizar la seguridad y el bienestar de sus clientes, y cuestionan la promoción de actividades que ponen en riesgo la vida de los jóvenes al fomentar la ingesta desmedida de alcohol.
Este caso es un desgarrador llamado de atención para la sociedad. La familia Ardila advierte sobre la necesidad urgente de concientizar acerca de los peligros de estos «retos» y de la cultura de consumo irresponsable. Es fundamental que se tomen medidas para prevenir futuras tragedias y proteger a nuestra juventud de estas prácticas de alto riesgo.
Nuestras condolencias están con la familia y amigos de María José. Su caso debe ser un punto de inflexión para que las autoridades y los dueños de locales nocturnos asuman su responsabilidad. ¡La vida no es un juego! Exigimos justicia y cambios para que ninguna otra familia tenga que pasar por este dolor.
