La contienda presidencial en Honduras se mantiene al límite con el escrutinio cerca del 99%. El candidato ultraderechista, Nasry Asfura (favorito del mandatario estadounidense Donald Trump), encabeza el recuento con el 40.53% de los votos. Sin embargo, su principal rival, el conservador Salvador Nasralla, lo sigue a menos de cuatro décimas (39.16%), con una diferencia de apenas 43.766 papeletas, según los resultados preliminares del 98.76% escrutado.
En medio de los problemas técnicos y las interrupciones en el cómputo de papeletas, Salvador Nasralla ha escalado la tensión al denunciar un «robo» de los comicios. A través de la red social X, Nasralla afirmó que se está manipulando el sistema y acusó al Partido Nacional de Asfura de obtener un 20% menos de votos reales a nivel nacional de lo que reflejan las cifras.
El aspirante opositor señaló directamente a la «corrupta compañía ASD» de desconectar el sistema cuando él estaba a la cabeza para «ajustar» los resultados a favor de Asfura en departamentos clave como Cortés y Atlántida. Nasralla exigió un conteo voto por voto en aquellas actas donde se percibe un patrón de fraude y donde, según él, no se usó el sistema biométrico.
La situación es crítica, pues el resultado final de las elecciones, que aún depende del escrutinio «especial» de 505.000 votos pendientes, se ve ensombrecido por las acusaciones. Nasralla advirtió que «falta mucha tela por cortar para que aceptemos los resultados,» asegurando que su partido no permitirá que se consume el fraude electoral.