Este domingo comenzó una huelga en el mayor puerto de carga de Gran Bretaña, sumándose a una serie de paros del sector del transporte que han perturbado la actividad industrial en todo el país.
Unos 2.000 trabajadores del puerto de Felixstowe, a unos 150 kilómetros (93 millas) al noreste de Londres, abandonaron sus puestos para exigir mejoras salariales, suscitando temores de interrupciones en la cadena de suministros. El puerto maneja unos 4 millones de contenedores de unos 2.000 buques al año, casi la mitad de toda la carga comercial que entra al país.
Sharon Graham, secretaria general del sindicato Unite, acusó a la compañía que administra el muelle y su empresa matriz, C.K Hutchison Holding Ltd, de priorizar las ganancias a expensas del bienestar de los trabajadores.
“Pueden dar un salario decente a los trabajadores de Felixstowe. Es obvio que ambas compañías prefieren sus multimillonarias ganancias y dividendos por encima de dar una paga justa a sus empleados”, expresó Graham.
En un comunicado, el puerto de Felixstowe lamentó las repercusiones que la huelga tendrá en las cadenas de suministros. Aseveró que ofreció un alza salarial “por valor de más de 8% en promedio para el año actual”.
La huelga ocurre en momentos en que los británicos sufren una tasa de inflación desbordante, que ha disparado los precios de alimentos y energéticos. Según cifras oficiales, la inflación está en 10,1%, un máximo de 40 años.
Las condiciones han provocado huelgas de los sistemas de trenes y del metro. Solamente una de las cinco rutas de trenes circuló el sábado, en la tercera huelga ferroviaria en misma cantidad de días.
El viernes, la mayoría de las rutas del tren subterráneo no circularon debido a otra huelga. También se han anunciado huelgas este mes en los sectores del servicio postal, de los abogados, de la British Telecom y los recolectores de basura.
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