Para Robert Sánchez, miembro del Sindicato de Empleados Públicos del Ejecutivo estado Lara (Sepeel), la situación en torno al pago del «Bono de Guerra» cada vez es más insostenible, esto debido al descontrol que hay al momento de cancelar este subsidio.
Explica que para los trabajadores es cada día más difícil, porque no hay una fecha establecida para este ingreso, que tampoco representa incidencia en las prestaciones sociales.
En ese sentido, Sánchez añade que el gobierno nacional sostiene con persistencia un descontrol en los pagos del Bono de Guerra, pero a su juicio, ese tipo de argumentos son inaceptables e intolerable; y al final se transforma en abuso y violación de los derechos de los trabajadores.
El sindicalista también agrega que se condena al hambre por suprimir los salarios, pero además se incumple de manera oportuna con el bono político de Guerra, «que con total discrecionalidad y sin importar la afectación a los trabajadores, ni lo pagan y no hay cara visible que se responsabilice por tal situación».
Es por ello que Sánchez, hace una reflexión en torno a los empleados del sector público, quienes se debaten entre comprar sus medicinas o la comida, que termina siendo «una política suicida en un país donde la devaluación y la inflación es de niveles catastróficos».
Por APP
