“Llamamos a la sociedad venezolana a reflexionar sobre la importancia de defender el sistema educativo nacional en todos sus niveles, ya que, sin la formación de ciudadanos, no existen nación, derechos humanos, institucionalidad, valores democráticos, estabilidad política ni estabilidad socio-económica”.
Tal apreciación corresponde a la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (AVERU), expresada en un comunicado dado a conocer recientemente, el cual está refrendado por los rectores de las principales universidades públicas del país, aparte de los de tres universidades privadas.
El comunicado, bastante extenso, analiza “la grave crisis socio-económica que afrontan los venezolanos, y, subsecuentemente, “la grave crisis salarial en la academia venezolana y su impacto en la sostenibilidad de una educación de calidad en nuestro país”.
“Todo ello” –prosigue el documento–, “ante la reiterada conducta del ejecutivo nacional de imponer un modelo que atenta contra el sistema educativo venezolano, basado en el desconocimiento de la dignidad humana del docente en todos los niveles de la educación, lo que constituye una flagrante violación del derecho humano al trabajo”.
“En tal sentido, demandamos el cese de la violación del derecho constitucional a un salario justo y adecuado para el personal docente y demás trabajadores”.
Más adelante, el escrito de la AVERU profundiza en la crisis del país, especialmente en las áreas de la educación y de la salud, con la serie de consecuencias que han contribuido a degradar tales servicios en los diferentes niveles.
Ello, según el comunicado, ha generado severas deficiencias en tales servicios, bien por malas políticas allí implementadas, pero, principalmente, por la ola de renuncias de calificados servidores públicos en tales áreas; por deserción estudiantil o por deterioro de la infraestructura física y de los equipos respectivos.
Y no podía faltar en dicho documente la denuncia del ya empobrecido salario mínimo nacional, que apenas llega al equivalente a siete dólares mensuales en este momento, y en profesionales calificados, o de alto nivel, a 26 dólares, como máximo.
Reinaldo Gómez