En Venezuela hoy existe más hambre que nunca. Según la doctora Susana Rafalli, experta venezolana en nutrición, de cada cien niños estudiados, once padecen desnutrición. Esa cifra medida en rangos internacionales representa una catástrofe humanitaria, porque de esa condición no se sale con esfuerzos propios sino con ayuda de todas las instancias mundiales de protección alimentaria. Lo grave es que no estamos en el radar internacional, nuestro drama no tiene registro y sobre el no se puede informar debido a restricciones oficiales, solamente en Lara donde existe una ventana de libertades gracias a las autoridades regionales.
Pero el hambre de ahora tiene precedentes en el hambre de ayer, porque los niños y abuelos de la calle no son cosa de estos momentos, el problema arranca de hace varias décadas y para enfrentarlo siempre hemos contado con el apoyo gigante de la iglesia católica. En Lara, como parte de este esfuerzo y capitana de esperanzas, tenemos a Elena Ravasio, Paquita, una mujer que tomo para sí el problema del hambre de los mas pobres y siguiendo el ejemplo de Jesucristo multiplica el pan que recibe para entregarlo a niños y ancianos en situación de extrema pobreza.
Con base a esta santa trayectoria en el Movimiento DECODE le rendimos homenaje como una dama larense que ha hecho Historia, Hoy publicamos la semblanza que hizo de ella el escritor católico Lazaro Aranguren.
Elena Ravasio ha dedicado su vida a los más necesitados
Un ángel llegó a Barquisimeto en 1969 de la mano de la Iglesia Católica, para desarrollar una maravillosa obra de amor, generosidad, solidaridad vida y de servicio al prójimo. Elena Ravasio, conocida como “Paquita”.
Desde Italia se trasladó a Venezuela para cumplir un mandato de Dios. Sencillamente puede llamarse voluntariado, pero en realidad es Dios quien te guía y ordena.
“ Paquita” nos recuerda a Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca, apóstol de la Divina Misericordia, quien en su diario recogió los mensajes recibidos de Jesús (1905-1938).” Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte”.
Durante diez años, Elena Ravasio ejerció funciones en hotelería y turismo, precisamente lo que estudio, en su natal Italia, pero Dios le tenía prepara una noble tarea a miles de kilómetros de su ciudad y país natal. Ejercer un apostolado junto con su hermano sacerdote Presbitero Andrés Ravasio.
Tuvo de residencia un humilde rancho en el barrio El Triunfo y atendió a una familia humilde, para luego unirse al padre Ángel Riva, director de Cáritas de Barquisimeto y en 1976, hacer realidad el nacimiento de la Ciudad de los Muchachos.
Con su espíritu de humildad, sencillez y caridad. Impulsadas por el amor de Cristo y sostenidas por una profunda vida de fe y oración, “ Paquita” ha trabajado intensamente y a sus 96 años, con fortaleza y vigor de plena juventud, sigue adelante con su maravilla obra, incansable su trabajo y sacrificio. Hoy día la Ciudad de los Muchachos, muestra varias sedes para atender a niños, jóvenes y adultos, además la sede principal en la carrera 13 con calle 43 es el gran centro donde centenares de personas estudiantes, trabajadores, amas de casa acuden diariamente para recibir un importante aporte alimenticio, en una titánica labor donde los aportes de muchas personas se hacen presentes, para sostener ese programa especial que ha cobrado extraordinaria importancia en los actuales momentos.
Pero esa obra social de “ Paquita” no se ha detenido allí, en ese nacimiento y crecimiento de la Ciudad de los Muchachos porque su huella está estampada en el Hogar de Niños Impedidos, ( El HONIM). Ese hogar para dar amor a quienes no tienen amor, ( como dijo el padre Riba en una oportunidad) fue fundado el 29 de agosto de 1982, en las instalaciones donde funcionó la Casa Hogar-Artesanal Sagrado Corazón de Jesús fundada por Monseñor Omar Ramos Cordero. Luego se produjo la apertura del Cottolengo en la zona de El Manzano.
La justicia divina se llama caridad, dar sin recibir, hay que dar por justicia mucho de lo que se da por caridad.
Recordamos en Elena Ravarsio un mensaje de Santa Rosa de Lima: “ cuándo servimos a pobres y enfermos, servimos a Jesús”.(JER)
LA
