Este martes 05Ago, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que Israel debe «derrotar totalmente» a Hamás en Gaza para obtener la liberación de los rehenes antes de una reunión de su gabinete de seguridad para preparar una nueva fase en la guerra.
«Es necesario derrotar totalmente al enemigo en Gaza, liberar a todos nuestros rehenes y asegurarse de que Gaza ya no constituya una amenaza para Israel. No abandonamos ninguna de estas misiones», afirmó Netanyahu durante una visita a una base militar, según un comunicado de su oficina.
Netanyahu hizo estas declaraciones, según los medios, previo a una reunión con los ministros de Defensa y de Asuntos Estratégicos y el jefe del Estado Mayor del ejército.
La reunión, anunciada por los medios, pero cuya organización no fue confirmada oficialmente de momento, coincidirá con una sesión de la ONU dedicada a la cuestión de los rehenes israelíes en la Franja de Gaza, reclamada por Israel, que quiere que ese expediente esté «en el centro de la agenda mundial».
Según la prensa israelí, que citó a funcionarios que pidieron el anonimato, «Netanyahu quiere que el ejército israelí conquiste toda la Franja de Gaza», indicó la radio pública Kan.
Varios miembros del gabinete confirmaron que el primer ministro «decidió extender el combate a las zonas donde podrían estar retenidos los rehenes», según la emisora.
Todas las medidas necesarias
Israel debe tomar «todas las medidas necesarias para derrotar a Hamás» en la Franja de Gaza, declaró por su parte el ministro de Defensa, Israel Katz.
Al igual que otros medios, el diario Maariv destacó que esta decisión significaría que el ejército «comenzará a combatir en zonas» en las que se había abstenido de hacerlo en los últimos meses «por temor a afectar a los rehenes, incluidos los campos de refugiados del centro de la Franja de Gaza».
Los medios especulan sobre una posible oposición del jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Eyal Zamir.
En guerra contra Hamás desde el ataque del movimiento islamista palestino Hamás en su territorio el 7 de octubre de 2023, el gobierno israelí enfrenta una creciente presión para encontrar una salida al conflicto.
Netanyahu está sometido a una doble presión: en Israel, por la situación de 49 rehenes capturados el 7 de octubre, de los que 27 habrían muerto según el ejército; y en el resto del mundo, por el sufrimiento de los más de dos millones de palestinos que viven hacinados en la Franja, arrasada y amenazada por una «hambruna generalizada», según la ONU.
«La pelota está en el campo del ocupante (Israel) y de los estadounidenses», comentó un líder político de Hamás, Hosam Badran, afirmando la voluntad del movimiento de «detener la guerra y poner fin al hambre».
«Los mediadores siguen en contacto con nosotros, pero hasta ahora no hay nuevas propuestas ni ideas, ni avances en cuanto a la reanudación de las negociaciones», añadió a AFP, asegurando que su movimiento estaba «dispuesto a reanudar las conversaciones donde se interrumpieron», tras el fracaso de las mismas en julio.
Sobre el terreno, la Defensa Civil reportó 26 muertos desde primera hora de la mañana en bombardeos y ataques israelíes.
«No hay ningún lugar seguro en Gaza, todos estamos expuestos a la muerte», declaró Adham Mohammad Younes, un palestino de unos treinta años. S
