Los empleadores estadounidenses anunciaron menos vacantes de puestos de trabajo durante el mes de mayo, en medio de señales de que la economía se está debilitando, pero la demanda general de trabajadores se mantuvo fuerte.
Los empleadores publicaron 11,3 millones de vacantes a fines de mayo, informó el miércoles 6 de julio el Departamento de Trabajo, frente a los casi 11,7 millones de abril. Las ofertas de trabajo alcanzaron los 11,9 millones en marzo, el nivel más alto registrado en más de 20 años. Hay casi dos puestos vacantes por cada persona desempleada, lo que significa un fuerte contraste con el que fue el patrón histórico: antes de la pandemia, siempre había más personas desempleadas que puestos de trabajo disponibles.
Las cifras reflejan la naturaleza inusual de la economía posterior a la pandemia: otro factor es la inflación está afectando los presupuestos de los hogares, obligando a los consumidores a reducir sus gastos, y el crecimiento se está debilitando, lo que aumenta los temores de que la economía estadounidense entre en recesión. Sin embargo, las empresas todavía tienen dificultad en incorporar trabajadores. La demanda ha sido particularmente fuerte en los servicios relacionados con los viajes y el entretenimiento.
“Esto no es como suele lucir una recesión”, afirmó Nick Bunker, director de investigación económica del sitio web de empleo Indeed’s Hiring Lab. “Las nubes pueden moverse rápidamente y oscurecer las perspectivas del mercado laboral de Estados Unidos, pero por ahora, el sol sigue brillando”.
También es mucho más probable que los estadounidenses renuncien a sus trabajos que las cifras antes de la pandemia, principalmente porque han hallado trabajos con salarios más altos, otra tendencia que está impulsando los ingresos. El número de personas que renunciaron cayó a 4,3 millones en mayo, unos 60.000 menos que en abril y por debajo de un récord de 4,5 millones en noviembre pasado, pero sigue siendo históricamente alto.
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