Cambia la narrativa oficial. Los «enchufados» como se le conoce en Venezuela a quienes se aprovechan de su posición en el Gobierno o de quienes tengan conexiones con éste, para obtener ilícitamente beneficios personales, han sido últimamente señalados -y con vehemencia- por el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro.
Es un hecho público y notorio que no pasa desapercibido, considerando que, la tradición histórica ha sido minimizar y hasta negar la existencia de tales individuos y prácticas.
El 28 de agosto, durante una alocución transmitida por VTV, explicó que «hay dos tipos de enchufados, el que perdemos porque en vez de convertirse en líder y hacer la Revolución, se lo traga el cargo y se olvida del pueblo, ese es un enchufado. Pero hay enchufados de la derecha, y hay bastantes, que se esconden, se infiltran y lo que están buscando es contrato y beneficio».
El 3 de octubre, durante un recorrido por la planta laminadora de cabillas, ubicada en La Yaguara (Caracas), el presidente Maduro aseguró «estar dispuesto a todo», al referirse a la lucha por la recuperación y la transformación del país. “Estamos recuperando, transformando, cambiando todo lo que haya que cambiar, combatiendo el burocratismo, la corrupción, combatiendo a los enchufados, que se enchufan aquí, que se enchufan allá para chuparle la sangre al pueblo”.
Días después, el 7-Oct, durante la transmsión de su programa multiplataforma Con Maduro +, el mandatario enfatizó que se mantiene en batalla contra “los infiltrados, enchufados y contra todas las formas de corrupción, tenga el color que tenga y esté en donde esté”.
Acusó como los principales enemigos del país a la conspiración permanente y el intervencionismo de EE. UU. que buscan que buscan «disolver la República», pero también a la corrupción.
El mandatario fue enfático en su rechazo a los corruptos, a quienes acusó de aprovecharse del poder que les ha conferido el Gobierno para su beneficio personal en detrimento del pueblo. «Venezuela tiene dos enemigos que vencer: la conspiración permanente y los corruptos», sentenció.
“Me comprometí con la gente, lo saben los nuestros, los indiferentes y los opositores que soy un guerrero y un combatiente. He dicho que esta Venezuela tiene dos enemigos que vencer: la conspiración permanente de los factores de poder del norte que quieren colonizar al país metiendo sicarios y mercenarios; el otro enemigo es más interno: [son] los enchufados”
Explicó que un enchufado “es un corrupto, un degenerado, alguien que se ha aprovechado del poder que la ha dado la revolución y el pueblo para beneficiarse en lo personal, para destruir (…)”.
El jefe de Estado recordó que él mismo fue víctima de la traición de algunas personas que gozaron de toda su confianza, pero al descubrirlos, inmediatamente actuó en colaboración con la justicia. “Con la colaboración de un fiscal incorruptible, como lo es Tarek William Saab, de un Poder Judicial que se ha portado a la altura en esta batalla que hemos dado”, exaltó.
Al precisar a los enchufados como «aquellos que vistiéndose de revolución, le hicieron daño al pueblo”, aseguró que el alto mando político de la Revolución lo acompaña en esta batalla de la que saldrán “bien librados”.