Justo al lado, el 360 Mall, el centro comercial más grande de Kuwait, detrás un IKEA enorme, y al otro lado el hospital más importante del país. El centro de la ciudad está lejos, pero da igual, el Aeropuerto Internacional de Kuwait está tan cerca que parece que los aviones vayan a aterrizar encima. Es la Rafa Nadal Academy de Kuwait, el centro de operaciones donde Nadal ha preparado este diciembre su próximo regreso a las pistas. Antes de pasar la Navidad en su casa de Mallorca, buscaba calor para preparar el ATP 250 de Brisbane y el Abierto de Australia y qué mejor sitio que su escuela en Oriente Medio.
Junto a su equipo, Carlos Moyà, Marc López y Rafa Maymó, Nadal invitó a tres jugadores, Arthur Fils, Richard Gasquet y Jan-Lennard Struff y organizó con ellos una especie de prueba. Siendo los tres perfiles muy distintos -Fils tiene 19 años y Gasquet, 37; Fils es muy físico y Struff, un sacador-, jugó contra ellos un set para confirmar que está preparado para regresar. Los vídeos de sus partidillos que se han publicado demuestran que Nadal ha recuperado la velocidad y pega a la bola con la fuerza de siempre.
«Rafa llegó [a Kuwait] pensando que no iba a ser competitivo, pero allí se ha ido convenciendo de que sí lo es. Está siguiendo la progresión correcta. Este es un proceso en el que debe ir quemando etapas poco a poco. Necesitamos que juegue partidos y vaya adquiriendo ritmo», explicaba Moyà sobre esos días en Kuwait en los que ha tenido una misión: concienciar a Nadal. Después de los meses de rehabilitación física, hay miedo de que vuelva a lesionarse, de que sufra otro parón y por eso es importante que mantenga la calma. «Es difícil hacerle ver que no se puede exigir tanto desde el principio. Gran parte de nuestro trabajo ha sido frenarle, limitar sus horas de entrenamiento y su intensidad en la cancha», comentaba el entrenador de Nadal sobre su pretemporada en Oriente Medio.
TEMPERATURAS SIMILARES
En la ciudad de Kuwait, en concreto en la zona de Zahra, la humedad no tiene nada que ver con Melbourne, pero las temperaturas máximas en esta época del año son parecidas. Ese fue el principal motivo para desplazarse allí, aunque Nadal podía haber escogido cualquier otra destinación calurosa. Eligió Kuwait porque es su casa. O lo más parecido a ella.
Aunque el español cuenta con centros de entrenamiento con su nombre en Cancún (México) y Halkidiki (Grecia), la academia de Kuwait es la única que lleva el distintivo Rafa Nadal Academy porque calca la metodología de su centro de Mallorca. Con el extenista neerlandés Martijn Belgraver como director, la escuela cuenta con entrenadores como el portugués Nuno Marques -que fue 86 del ranking ATP- que imitan el programa de la Rafa Nadal Academy original.
Sin tenistas ATP todavía en el centro, la intención es enseñar a los niños y niñas de Kuwait, Arabia Saudí, Qatar, Dubai o incluso Irak o Irán y que de allí salgan profesionales. Por instalaciones no será. La institución inaugurada en 2020 es un complejo de 263.430 metros cuadrados con un pabellón multiusos con aforo para 5.000 espectadores, un estadio secundario con capacidad para 1.500 y otras 16 pistas de tenis, de las que ocho son cubiertas y otras tantas al aire libre. No hay un lugar igual en Oriente Medio.
EL HOLDING LOCAL
Allí ya se organiza un torneo Future de la Federación Internacional de Tenis, un campeonato junior y varias competiciones de squash, un deporte con mucho tirón en la zona. Con un hotel Grand Hyatt justo al lado -donde durmió Nadal y su equipo- y otras instalaciones -piscina, un enorme gimnasio y hasta un ring de boxeo-, otra de las intenciones es que la escuela pueda llegar a acoger un torneo ATP que muestre Kuwait al mundo, pero para eso todavía falta. De momento, este diciembre ha servido como centro de operaciones de Nadal para su regreso, que cada vez está más próximo: la primera semana del año, en el ATP 250 de Brisbane.