Algunos pensadores –o analistas— de la cosa política y social en Venezuela son de la idea de que hay situaciones, circunstancias y ubicaciones que se reciclan –o se repiten– en el país , llámense partidos políticos, gremios profesionales, sindicatos, comunidades cívicas o religiosas, etc.
Y tal es precisamente lo que está ocurriendo, pudiéramos decir que no desde ahora, sino desde hará hace ya alrededor de dos años para acá, en el Colegio de Médicos del Estado Lara.
Como ya es del pleno conocimiento público, se está presentando al momento una situación de verdadera crisis institucional en el gremio regional de los profesionales de la salud, ya que hay dos bandos –o dos sectores– enfrentados, que reclaman para sí, más que la integración de la junta directiva, la presidencia de esa junta directiva.
La situación incluso se ha hecho muy tensa en esta última semana, y pudiera afirmarse que casi explosiva, al extremo de que se le impidió la entrada a la sede gremial al doctor Ruy Darío Medina Morales, para quien uno de los dos bandos reclama la presidencia, y a algunos otros médicos que le acompañaban.
Y se les impidió la entrada por cuanto, hasta donde sabemos, Medina Morales iba a esa sede con la disposición de asumir la presidencia del gremio, bajo el alegato de que es él el presidente legítimamente designado.
Una breve historia
Un médico larense, amigo personal de este redactor, pero que no se halla para nada involucrado en esta situación de enfrentamiento, contó con bastante detalle lo que, su juicio, ha ocurrido –o ha venido ocurriendo— desde hace unos dos años en el Colegio de Médicos del Estado Lara, y que finalmente devino –entiéndase “explotó”, en sentido figurado, por supuesto– en esta grave crisis institucional que hoy vive dicho gremio.
Primero que todo, recordemos que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), o, en todo caso, la Sala Electoral del mismo despacho, tiene suspendidos desde hace ya unos cuantos lustros los procesos electorales en los diferentes gremios y sindicatos del país, en una situación que se ha prolongado ya indefinidamente, y quién sabe hasta cuándo.
Consecuencia de ello fue que el último presidente del Colegio de Médicos del Estado Lara en resultar elegido fue el doctor Elías Moubayed, quien, por la misma razón antes dicha, “se disparó” nada menos que casi 20 años al frente del gremio, hasta que, hace alrededor de cinco años, renunció a su cargo por razones que en el momento, por cierto, no fueron dadas a conocer públicamente ni por él mismo, ni por ningún representante del gremio médico.
Incluso, cuando finalmente se tuvo conocimiento de ello, ya hacía algún tiempo que Moubayed había renunciado, lo cual originó el que en el mundo periodístico regional se dijera humorísticamente que él había renunciado a su cargo “porque se cansó de ser presidente”.
Retomando el hilo de lo que venimos narrando, cuando renuncia Moubayed, renuncian también casi todos los integrantes de la junta directiva, menos el doctor Carlos Angulo, que era secretario laboral para ese momento, por supuesto, electo en el último proceso electoral allí llevado a cabo.
Estatutos
Ante esta situación, la comisión electoral, que todavía preside el doctor Antoine Saker, resuelve aplicar lo que establecen los estatutos del gremio en cuanto a la cuestión electoral se refiere, que no es otra cosa que, para cada cargo vacante, el reemplazante sea postulado por la plancha a la cual pertenecía el sustituido.
Fue así entonces como llegaron nuevos integrantes a esa junta directiva, entre los cuales se recuerda a René Rivas, como presidente; Pedro Barreto, como vicepresidente; Marcial Daza, como subsecretario; Rafael Rojas, como tesorero; Deyanira Gentile, como secretaria de Organización, etc.
Resulta entonces que René Rivas se desempeña en el cargo durante alrededor de dos años, pero sorpresivamente también decide renunciar al cargo, y se ausenta del país.
Obviamente, ante esta situación, entonces, es cuando asume la presidencia el doctor Pedro Barreto, pero éste, lamentablemente, fallece poco más de un año después, lo que deja nuevamente acéfala la presidencia y la vicepresidencia del gremio, del cual ya se habían ausentado los doctores René Rivas y Mirla Castro, es decir, así las cosas, no había en ese momento entonces ni presidente, ni vicepresidente, ni suplente del vicepresidente.
El inicio del problema
Y ahí, precisamente, es cuando entonces de verdad empieza el problema, porque la plancha ganadora del último proceso electoral, en aplicación de los estatutos –según los integrantes de esa misma plancha–, postula entonces como reemplazantes a los doctores Medina Morales y Marisol Balabú, para presidente y vicepresidenta, respectivamente, pero ello no es aceptado por quienes para ese momento integraban la junta directiva, o por lo menos por la mayoría de ellos.
Es entonces cuando el caso llega a la vía tribunalicia, ya que estos últimos directivos, a excepción de los doctores Marcial Daza y Deyanira Gentile, apelaron a un tribunal –que suponemos es el Contencioso Administrativo–, para inhabilitar a la Comisión Electoral Regional, bajo el alegato de que no estaban completos sus integrantes, apelación que fue aceptada, con la subsecuente prohibición de juramentar a Medina y a Balabú.
Los representantes de la plancha ganadora del último proceso electoral entonces acuden a la Comisión Electoral Regional, la cual les da la razón, al decidir que Medina y Balabú deben asumir la vicepresidencia, y, subsecuentemente, la presidencia, lo cual tampoco fue aceptado por la actual junta directiva.
Así las cosas, entonces los seguidores de Medina y de Balabú acuden a la Comisión Electoral Nacional, cuyos integrantes vienen a Barquisimeto a principios de este año, y proceden entonces a llevar a cabo el acto de juramentación de ambos galenos, pero, en nueva apelación ante el Contencioso, este órgano judicial decide que la referida Comisión Electoral Nacional no es apta para efectuar tal juramentación.
Paralelamente, la junta directiva regional entonces desiste del cuestionamiento hacia la Comisión Electoral Regional, que, en consecuencia, retoma sus funciones y ratifica su decisión de juramentar a los doctores Medina y Balabú, a la vez, que, paralelamente, la junta directiva en funciones acuerda designar al doctor Carlos Angulo como presidente.
Entonces –reflexionamos nosotros desde acá–, al parecer, cada uno de los dos sectores en pugna, antes referidos, reconoce a “su” respectivo presidente, lo que –repetimos, visto desde lejos— plantea la interrogante acerca de cuál de los dos es el verdadero presidente.
La “solución”
Y, por lo que ve, las posiciones parecieran ser irreversibles, situación que, de mantenerse, no conduciría sino a que la “solución” venga de un tribunal, que, por cierto, pudiera ser el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), o su Sala Electoral.
¿Cómo…? Pues simplemente repitiendo lo ocurrido en el Colegio de Abogados del Estado Lara, donde, en una situación prácticamente igual, finalmente fue el máximo tribunal del país el que tomó la última palabra, al designar una junta directiva “ad hoc”, es decir, provisional, mientras se decide la cuestión de fondo.
Una provisionalidad que ya va para tres años, por cierto.
¿Pasará lo mismo en el Colegio de Médicos…? Eso es lo que está por verse, y, a nuestro juicio, todo dependerá de que las partes en pugna puedan llegar a un entendimiento dialogado, que permita superar la crisis.
De lo contrario, a nuestra manera de ver las cosas, la decisión judicial llegará, tarde o temprano, pero llegará.
¿Y lo político…?
Por supuesto, es dable preguntarse si en esta confrontación ha primado algún condimento político, cuestión que, al menos en principio, para nosotros, pareciera no estar presente.
¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que ambos dirigentes, hasta donde tenemos conocimiento, se ubican en el sector opositor.
Por lo tanto, lo que nosotros pensamos es que se trata simplemente de aspiraciones personales, lo cual es perfectamente valedero en cualquier ser humano.
Ojalá, en todo caso, que tales aspiraciones personales no rebosen el vaso de la paciencia, de la tolerancia y, sobre todo, del entendimiento, para que, allí, en el Colegio de Médicos del Estado Lara, la sensatez y el interés colectivo lleven al logro de un acuerdo dialogado, como antes lo expresamos.
Por cierto, otro nuevo presidente
Pero es que resulta que, como para que siga en el camino este andar novelesco por el que parece haberse enrumbado gremialmente el Colegio de Médicos del Estado Lara en los últimos meses, ahora hay nuevo presidente allí, algo que no se sabía, al menos públicamente, o por lo menos nosotros nos enteramos fue justamente al momento –y con ocasión– de haber redactado esta crónica periodística.
Ahora resulta, repetimos, que, hace alrededor de una semana, el doctor Angulo solicitó un permiso gremial por un tiempo determinado, en razón de lo cual asumió la presidencia en condición de encargado el doctor Rafael Rojas.
Así, en este momento, ésa es la situación gremial, o institucional, por la cual atraviesa en este momento un gremio tan prestigioso como lo es el Colegio de Médicos del Estado Lara.
¿Qué ocurrirá? Bueno, nosotros no somos adivinos, ni tenemos una bolita mágica para conocer el futuro.
En todo caso, lo único que podemos decir al respecto es: Amanecerá y veremos (RG).
Foto: referencial archivo
