El Hospital General Teófilo Dávila de Machala, en la provincia de El Oro, Ecuador, fue escenario de una despedida cargada de emoción y esperanza, cuando Jhorman Gutiérrez, un joven venezolano de 29 años, recibió el alta médica luego de permanecer 1.245 días conectado a un respirador artificial en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
La historia de Jhorman comenzó el 20 de abril de 2022, cuando un asalto al sur de Machala lo dejó con cuadriplejia y mínimas posibilidades de sobrevivir. Herido con arma blanca en el intento de resistirse al robo, ingresó al hospital con un grave trauma raquimedular. Desde entonces, su vida se sostuvo gracias a una cirugía de alto riesgo, cuidados permanentes y un estricto régimen de ventilación mecánica.
El médico intensivista Jorge Caamaño, destacó el esfuerzo del personal de salud: “Hoy puede irse a casa, gracias al esfuerzo de todos”. Durante más de tres años, el paciente recibió terapias físicas, alimentación controlada y protocolos de vigilancia estrictos que permitieron su recuperación parcial.
El alta médica fue posible gracias a la coordinación entre el hospital y la Gobernación de El Oro, que adecuaron la vivienda de los padres del joven con equipos de soporte vital, entre ellos un respirador artificial y un sistema de oxígeno.
“Primero agradezco a Dios y al personal del hospital. Estoy con vida gracias a su entrega y buen corazón. Mi sueño siempre fue regresar a casa con mi familia, y hoy se cumple”, expresó Jhorman.
Este caso se convierte en uno de los más prolongados registrados en el Hospital Teófilo Dávila. Durante el transcurso de 2025, un total de 112 pacientes han sido dados de alta de la UCI.
“Mi sueño siempre fue regresar a casa con mi familia, y hoy se cumple”, dijo el joven entre lágrimas, reseña el medio ecuatoriano La Marea.
Antes de salir del hospital, envió un mensaje de aliento a quienes enfrentan situaciones similares, y los instó a no rendirse y a seguir luchando pese a cualquier diagnóstico.
