Un incendio quemó este jueves 20 de noviembre, parte del recinto donde se celebra la COP30 en Belém, Brasil, lo que obligó a evacuar el lugar y retrasó las duras negociaciones entre ministros a un día del cierre de la cumbre.
Llamas de considerable altura se iniciaron por motivos aún desconocidos dentro del área de acceso limitado de la conferencia climática de la ONU, que ya fue escenario de tres incidentes en pocos días.
Un periodista de la AFP observó que el fuego abrió un agujero en el techo en la zona donde se ubican los pabellones de países y organizaciones.
Casi toda la estructura de esta COP está instalada bajo grandes carpas.
La organización brasileña informó minutos después del incidente que el incendio estaba controlado y que no dejó heridos.
La ONU avisó a las delegaciones que el recinto no volvería abrir antes de las 20H00 locales (23H00 GMT) de este jueves, pese a que «los daños fueron limitados».
Tras el inicio del fuego, el humo se extendió rápidamente dentro y fuera del lugar, lo que provocó un movimiento de pánico inicial.
Agentes de seguridad brasileños y de la ONU se precipitaron con extintores para intentar contener el fuego.
Pocos minutos después acudieron bomberos de un cuartel cercano.
Un testigo del momento del incendio dijo a la AFP que no sonó ninguna alarma cuando se desataron las llamas.
Varios participantes en esta COP señalaron sistemas de cableado eléctrico que ya habían causado problemas en los últimos días.
La AFP también había constatado filtraciones de agua tras fuertes lluvias tropicales en esta ciudad de la Amazonía.
«Un cierto número de pacientes inhalaron humo y necesitaron oxígeno y tuvieron que ser trasladados al hospital», dijo a la AFP Kimberly Humphrey, paramédica y participante en la COP con Doctors for the Environment Australia.
Miles de asistentes a la conferencia fueron evacuados y poco después del incendio esperaban tranquilamente en el exterior, bajo una ligera lluvia que se mezclaba con olor a plástico quemado.
Después de las pericias «sabremos lo que ocurrió, tal vez un cortocircuito o un teléfono cargando», dijo a la televisión el ministro brasileño de Turismo, Celso Sabino.
AFP
