Los agentes de la ley que defendieron el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 fueron honrados el martes con Medallas de Oro del Congreso, elogiados como «héroes» por asegurar la democracia cuando rechazaron un brutal y sangriento ataque de partidarios del entonces presidente Donald Trump.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, abrió una emotiva ceremonia, con las tensiones aún a flor de piel en la señorial Rotonda del Capitolio, invadida aquel día cuando los partidarios de Trump recorrían los pasillos tratando de impedir que el Congreso certificara la elección de Joe Biden.
«El 6 de enero fue un día de horror y angustia; también es un momento de extraordinario heroísmo, de enfrentarse a la violencia mortal y a la intolerancia despreciable», dijo Pelosi.
Al conceder el más alto honor del Congreso, Pelosi elogió a los héroes por «responder valientemente a la llamada para defender nuestra democracia en una de las horas más oscuras de la nación.»
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo: «Gracias por cubrirnos las espaldas. Gracias por salvar a nuestro país. Gracias no solo por ser nuestros amigos, sino nuestros héroes».
Pero mostrando la crudeza política y emocional de la insurrección y sus secuelas, los representantes de uno de los galardonados con la medalla -la familia del oficial caído Brian Sicknick- declinaron estrechar la mano de los líderes republicanos, desairando la palma extendida por McConnell.
Para rendir homenaje a los cientos de agentes que estuvieron en el Capitolio el 6 de enero, las medallas se colocarán en cuatro lugares: en la sede de la Policía del Capitolio, en el Departamento de Policía Metropolitana, en el Capitolio y en el Instituto Smithsoniano. Al firmar la legislación el año pasado, Biden dijo que se colocará una en el museo Smithsonian «para que todos los visitantes puedan comprender lo que ocurrió aquel día».
El jefe de la Policía Metropolitana, Robert Contee, dijo que para algunos agentes el martes era la primera vez que visitaban el Capitolio desde aquel horrible día, una escena llena del sonido metálico de los mástiles de acero de las banderas empuñados como armas, «el aire todavía espeso» por los aerosoles químicos mientras los agentes eran asaltados por la turba de partidarios de Trump.
«Muchos de nosotros todavía llevamos las cicatrices mentales, físicas y emocionales», dijo Contee.
«Fue vuestra sangre, vuestro sudor y vuestras lágrimas lo que marcó estos terrenos», dijo.
Contee dijo que la medalla para los policías de la ciudad que corrieron a ayudar a sus aliados de la Policía del Capitolio a defender la cúpula aquel día era simbólica de sus «contribuciones no solo eso a Washington, D.C., sino a todo el país el 6 de enero».
El jefe de la Policía del Capitolio de EE.UU., Thomas Manger, lo calificó de «un día como ningún otro en la historia de nuestra nación». Y para nosotros. Fue un día definido por el caos, el coraje y la trágica pérdida».
La ceremonia en el Capitolio se produce mientras los demócratas, a pocas semanas de perder la mayoría en la Cámara de Representantes, se apresuran a concluir una investigación de casi 18 meses sobre la insurrección.
Sin el apoyo de los líderes del Partido Republicano, los demócratas y solo dos republicanos han liderado la investigación y se han comprometido a descubrir los detalles del ataque, que se produjo mientras Trump intentaba revertir su derrota electoral y animaba a sus partidarios a «luchar como el infierno» en un mitin justo antes de la certificación del Congreso.
La entrega de las medallas es uno de los últimos actos ceremoniales de Pelosi mientras se prepara para abandonar el liderazgo. Cuando el proyecto de ley fue aprobado en la Cámara hace más de un año, dijo que los agentes de las fuerzas del orden de toda la ciudad defendieron el Capitolio porque eran «el tipo de estadounidenses que escucharon la llamada a servir y respondieron a ella, poniendo al país por encima de sí mismos».
Decenas de los agentes que se enfrentaron a los alborotadores sufrieron heridas graves. Mientras la turba de partidarios de Trump les empujaba hacia el interior del Capitolio, los policías fueron golpeados con banderas estadounidenses y sus propias armas, arrastrados escaleras abajo, rociados con productos químicos y pisoteados y aplastados por la multitud. Los agentes sufrieron heridas físicas, incluidas lesiones cerebrales y otras con secuelas de por vida, y muchos tuvieron dificultades para trabajar después porque estaban muy traumatizados.
Cuatro agentes que testificaron el año pasado en una audiencia en la Cámara de Representantes hablaron abiertamente de las secuelas mentales y físicas que les han quedado, y algunos detallaron experiencias cercanas a la muerte.
Daniel Hodges, agente de la Policía Metropolitana, describió cómo echaba espuma por la boca, sangraba y gritaba mientras los alborotadores intentaban arrancarle un ojo y aplastarle entre dos pesadas puertas. El agente de la Policía Metropolitana Michael Fanone, que acudió rápidamente al lugar de los hechos, dijo que le «agarraron, golpearon y electrocutaron, todo ello mientras le llamaban traidor a mi país». El agente Harry Dunn, de la policía del Capitolio, declaró que un numeroso grupo de personas le gritó la palabra «N» mientras intentaba impedir que entraran en la Cámara de Representantes.
Al menos nueve personas que se encontraban en el Capitolio ese día murieron durante y después de los disturbios, entre ellas una mujer que murió por disparos de la policía cuando intentaba irrumpir en la Cámara de Representantes y otros tres partidarios de Trump que sufrieron urgencias médicas. Dos agentes de policía murieron por suicidio en los días inmediatamente posteriores, y un tercer agente, Sicknick, se desplomó y murió más tarde después de que uno de los alborotadores le rociara con un producto químico. El forense determinó que había muerto por causas naturales.
Varios meses después del ataque, en agosto de 2021, la Policía Metropolitana anunció que otros dos de sus agentes que habían respondido a la insurrección habían muerto por suicidio. Se desconocen las circunstancias que provocaron sus muertes.
La votación de la Cámara de Representantes de junio de 2021 para conceder las medallas obtuvo un amplio apoyo de ambos partidos. Pero 21 republicanos de la Cámara votaron en contra, legisladores que habían restado importancia a la violencia y se habían mantenido leales a Trump. El Senado aprobó la legislación por votación de voz, sin objeciones republicanas.
Pelosi, McConnell, el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, asistieron a la ceremonia y entregaron medallas.
La Medalla de Oro del Congreso, el mayor honor que puede conceder el Congreso, se entrega desde 1776. Entre los anteriores galardonados figuran George Washington, Sir Winston Churchill, Bob Hope y Robert Frost. En los últimos años, el Congreso ha concedido las medallas al ex jugador de los New Orleans Saints Steve Gleason, que se convirtió en uno de los principales defensores de las personas que luchan contra la enfermedad de Lou Gehrig, y al ciclista Greg LeMond.
En la firma de la ley en la Casa Blanca el año pasado, Biden dijo que el heroísmo de los oficiales no puede caer en el olvido.
La insurrección fue un «violento intento de anular la voluntad del pueblo estadounidense», y los estadounidenses tienen que entender lo que ocurrió, dijo. «La verdad honesta y sin ambages. Tenemos que afrontarla».
ENLACE ORIGINAL: https://triblive.com/news/world/jan-6-heroes-honored-for-defending-capitol-from-trump-mob/
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