Habitante de El Cercado solicita un crédito “para poder costear reparación del motor de mi nevera, dañado por apagones”

Hasta nuestras oficinas de redacción se acercó un afligido ciudadano barquisimetano, quien dijo ser “una víctima más” de los tantos y continuos apagones y fluctuaciones del fluido  eléctrico en que se halla sumido el país desde hace ya unos cuantos años.

Nuestro visitante se identificó como Luis Guillermo Nassa Rodríguez, habitante del populoso sector de El Cercado, al noreste de Barquisimeto.

Se trata de un área habitada en su mayoría  por familias de bajos recursos económicos, y, entre ellas, está la de Luis Guillermo, un trabajador por cuenta propia, quien habita en una modesta casa de su propiedad, con su esposa y un hijo.

Pues bien, nos cuenta Nassa Rodríguez que, hace muy pocos días, en uno de tales “apagones” y “bajones” de luz, se le quemó por  completo el motor de su nevera.

–Ya he pedido varios presupuestos por la reparación, pero resulta que incluso el de menor costo es sencillamente inalcanzable para mis posibilidades económicas.

No reconocen daños

–Por supuesto –recalcó el visitante–, ya es públicamente conocido que ni el Sistema Eléctrico Nacional ni Corpoelec-Lara se hacen responsables, como debiera ser,  por estos severos daños que esas fallas me le han causado,  no tanto a mí:  A mi familia.

–Y es por eso que acudo a este popular medio de comunicación social, a objeto de hacerle llegar este mensaje al ciudadano gobernador del Estado Lara, o al mismo alcalde del Municipio Iribarren, no para que me regalen, sino para que me asignen un crédito que me permita reparar ni nevera, dañada por las fallas del sistema eléctrico público.

–Para cualquier contacto, mi número de teléfono celular es el (0414) 5091226.

Segunda vez

Destacó Nassa Rdríguez que no es ésta la primera vez que le ocurre lo mismo, porque, en el año 2019, a causa de esos mismos apagones y “bajones” de luz, “también se me le fundió el motor a la misma nevera”.

–En ese momento, la reparación me salió por unos 150 dólares, pero, afortunadamente, para ese entonces, pude costear, a mis propias expensas, los gastos de ese arreglo.

–Pero hago en este momento este llamado tanto al gobernador como al  alcalde de Iribarren, porque la situación económica ahora ha cambiado mucho, y no dispongo de posibilidad de pagar los costos de esa nueva reparación.

 Reinaldo Gómez