Lo que no saben los venezolanos ni el mundo entero es que el dictador Nicolás Maduro mantiene una estrecha relación con Trump para el intercambio de rehenes.
Paulatinamente serán liberados presos políticos venezolanos sin ninguna razón aparente como pasó con los asilados de la embajada Argentina en Caracas. Dirán que se escaparon, que fue una extracción, una misión especial, la narrativa que quieran ponerle. Por el lado del chavismo también inventarán sus historias de cómo rescatan niñas y viejitos atropelladas por el imperio, etc. la verdad es que detrás de esta guerra de narrativas hay una negociación maquiavélica de rehenes. Ambos gobiernos, el de Trump y el de Venezuela seguirán intercambiando rehenes e inventando historias para que todos los medios crean. Como el caso de la bebé “secuestrada” por Estados Unidos y ahora liberada por las gestiones del gobierno de Maduro. Cada quien utilizará una narrativa que sirva como corolario para fortalecer la imagen de ambos. Estados Unidos utilizará la narrativa de que ellos controlan al mundo y Venezuela utilizará la narrativa de David contra Goliat donde le ganan una al régimen.
Mientras tanto Chevron sigue en Venezuela y la narrativa es que dejó operaciones en Venezuela.
¿Seguiremos siendo engañados? Mientras tanto la verdad que quieren ocultar y seguirán ocultando que Edmundo González y María Corina Machado ganaron las elecciones presidenciales en Venezuela el pasado 28 de julio, seguirá allí oculta y sin nadie que luche por sacarla a flote.
Cicerón