La salud del emperador emérito de Japón Akihito, de 91 años es de cuidado, tras ser diagnosticado con cardiopatía isquémica silente, que lo obligó a internarse varios días en el Hospital de la Universidad de Tokio.
Su esposa, Michiko de Japón, ha permanecido a su lado durante el proceso, y le ha acompañado luego de recibir el alta hace unos días.
Los médicos han aconsejado a Akihito, de 91 años, quien un apasionado de la investigación científica, reducir el exceso de actividad.
Algo que a Akihito no le resulta fácil, pese a un extenso historial médico que incluye una arterioesclerosis avanzada, una operación de coronarias en 2012, la anemia cerebral que en 2018 aceleró el proceso de abdicación, y una insuficiencia cardíaca por un problema de válvulas diagnosticada en 2022.
Al emperador le cuesta tomar las cosas con calma, la Casa Imperial revelaba en su último cumpleaños que el emperador y Michiko leen libros juntos cada día en voz alta. Además, dedica dos días a la semana a sus investigaciones ictiológicas en el Laboratorio de Investigación Biológica del Palacio Imperial (porque la realeza japonesa cuenta con instalaciones científicas en su palacio. Esta, en concreto, la fundó Hirohito, y está ligada a una reserva natural botánica y zoológica con miles de especies, dentro también de los terrenos imperiales).
Akihito ha descubierto varias especies de peces –antes y después de abdicar, la última en 2021– y publicado cerca de una treintena de artículos en revistas científicas.
