El embajador encargado de Estados Unidos en Colombia, Francisco Palmieri, aconsejó este sábado a los venezolanos que buscan cruzar el Tapón del Darién, en la frontera con Panamá, que no arriesguen su vida para llegar a EE.UU., porque desde esta semana quienes intentan entrar de forma ilegal son deportados a México.
«Conversé con migrantes venezolanos en Necoclí y les dejé un mensaje importante: conozcan la nueva forma legal de entrar a los EE.UU. no arriesguen sus vidas y las de sus familias. Venezolanos que intenten ingresar de forma ilegal serán expulsados a México», expresó el diplomático en Twitter.
Palmieri vistió este sábado Necoclí, en el departamento colombiano de Antioquia, donde esta semana había unos 9.000 migrantes represados a la espera de conseguir un bote que los traslade hasta Acandí, en el Chocó, para arrancar su travesía por el Darién.
El embajador estuvo en esta población caribeña con la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, Laura Gil, porque, según dijo, todos los países tienen «la responsabilidad de atender la crisis migratoria regional».
Esta semana, el Gobierno de EE.UU. anunció que de ahora en adelante devolverá a México a los venezolanos que crucen la frontera sur, una medida con la que busca controlar la migración.
Junto con el anuncio de la nueva realidad en la frontera, Estados Unidos también creó un nuevo programa de alivio migratorio para venezolanos con el que esperan «desincentivar el movimiento» migratorio a través de diferentes países de la región, incluyendo Panamá y México.
El programa, que se asimila a un beneficio que EE.UU. ya da a las personas de Ucrania, tiene un límite de 24.000 solicitantes, un número muy inferior en comparación con el número de personas venezolanas que han sido arrestadas cruzando la frontera con México en los últimos meses.
Solo en agosto pasado hubo más de 25.000 detenciones y en los últimos 11 meses la cifra asciende a unas 150.000, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.