En el turbulento escenario político boliviano, donde la oposición ha luchado por consolidar una frente unido contra el Movimiento al Socialismo (MAS) tras casi dos décadas de dominio, un acuerdo de unidad firmado en diciembre de 2024 se convirtió en el epicentro de controversias y divisiones. Este pacto, suscrito por líderes clave como Carlos Mesa, Samuel Doria Medina, Jorge «Tuto» Quiroga y un representante de Luis Fernando Camacho (encarcelado en ese momento), prometía seleccionar un candidato único para las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025, con el objetivo de evitar la fragmentación del voto opositor y capitalizar la crisis interna del MAS entre Evo Morales y Luis Arce. Sin embargo, una investigación detallada revela cómo Doria Medina honró el espíritu del acuerdo, mientras Quiroga lo desafió casi inmediatamente, generando acusaciones de divisionismo y cuestionamientos sobre la integridad política.
Una esperanza de unidad
El 18 de diciembre de 2024, en un acto público en La Paz, los expresidentes Carlos Mesa (2003-2005) y Jorge (Tuto) Quiroga (2001-2002), junto al empresario Samuel Doria Medina y Efraín Suárez (en representación de Camacho, líder de Creemos y gobernador de Santa Cruz), firmaron el «Acuerdo de Unidad de la Oposición». El documento, que circuló ampliamente en medios bolivianos, enfatizaba la renuncia a aspiraciones personales en favor del bien común, proponiendo mecanismos como encuestas o primarias para elegir un candidato único. «Lo importante es la voluntad de no dividir el voto», declaró Doria Medina en entrevistas posteriores, subrayando que el pacto no designaba a nadie en particular, sino que comprometía a todos a respaldar al seleccionado.
Este acuerdo surgió en medio de una crisis económica aguda en Bolivia, con escasez de dólares y combustibles que debilitaban al gobierno de Arce. La oposición veía una oportunidad histórica para desalojar al MAS, especialmente ante las divisiones internas entre «evistas» y «arcistas». Líderes como Vicente Cuéllar y Amparo Ballivián se sumaron en enero de 2025, fortaleciendo el bloque. Doria Medina, líder de Unidad Nacional y figura clave de la derecha económica, posicionó el pacto como una «demanda de la sociedad» y un proceso «frágil» que debía cuidarse día a día.
Tuto Quiroga: de la firma a la ruptura
Apenas un día después de la firma, el 19 de diciembre de 2024, Quiroga –quien había anunciado su candidatura el martes previo– declaró en una entrevista radial que su postulación era «irreversible». «Yo soy candidato a presidente irreversiblemente. Voy con todo, voy con fuerza», afirmó, abriendo la puerta a alianzas solo si apoyaban su liderazgo. Esta declaración desafió directamente el pacto, que exigía subordinar ambiciones personales al consenso colectivo.
La ruptura se profundizó en los meses siguientes. En enero de 2025, Doria Medina cuestionó públicamente a Quiroga por sellar una alianza con el partido Demócratas, pese a que Quiroga había afirmado representar a ese grupo en el pacto inicial. «Firmar un documento en la mañana y en la noche decir ‘no lo voy a cumplir’ es sepultarse políticamente», criticó Doria Medina, tildando las acciones de Quiroga como un «error» y un intento de «sabotear» la unidad.
En abril de 2025, Quiroga abandonó formalmente el acuerdo, consolidándose como candidato independiente con el respaldo del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), rompiendo sus lazos históricos con Mesa. Doria Medina, en una entrevista con CNN, explicó que la Alianza de Unidad continuaría pese a la deserción, posicionándose él mismo como candidato del bloque y acusando a Quiroga de actuar como un «divisionista». «Hicimos nuestra parte, ahora les toca a ustedes», dijo Doria Medina refiriéndose a la sociedad boliviana, reafirmando su compromiso con el pacto original.
Las elecciones de 2025: consecuencias de la división
Las elecciones del 17 de agosto de 2025 reflejaron las repercusiones de esta fractura. Quiroga, capitalizando la división de la izquierda masista, avanzó a la segunda vuelta junto a Rodrigo Paz, otro candidato de derecha, con promedios de intención de voto alrededor del 20% en las encuestas previas. Doria Medina, fiel al acuerdo de unidad, lideró el bloque opositor pero no logró pasar a la ronda final, posiblemente debido a la fragmentación que Quiroga impulsó.
Analistas consultados por este medio coinciden en que el desafío de Quiroga debilitó la oposición unida, permitiendo que el voto derechista se dispersara. Sin embargo, Doria Medina emergió como una figura de integridad, honrando el pacto al priorizar la cohesión sobre sus ambiciones personales. En contraste, Quiroga enfrenta críticas por priorizar su «claridad y firmeza» individual, lo que podría costarle alianzas futuras en un país polarizado.
Fotos: europapress.es
