El Gobierno de Ecuador anunció el fin del subsidio al combustible argumentando que era «una carga» a las cuentas públicas e informó la puesta en marcha de una serie de medidas descritas como «un escudo social» para el empleo de estos fondos en medidas que beneficien «a quienes realmente lo necesitan».
«Durante décadas, el subsidio al diésel representó una carga de 1.100 millones de dólares para las cuentas fiscales, sin llegar realmente a quienes lo necesitaban, pues gran parte de estos recursos se desviaban al contrabando, la minería ilegal y beneficios indebidos», dijo la Presidencia a través de un comunicado.
Por ello, «el Gobierno ha decidido redireccionar esos fondos para destinarlos a programas que generen un verdadero impacto social y productivo», manifestó en su cuenta en la red social X, donde especificó que se adoptarán medidas con el objetivo de que el coste del transporte «no suba ni un solo centavo».
En este sentido, indicó que 23.300 conductores de vehículos de pasajeros «recibirán un monto monetario de entre 400 y 1.000 dólares mensuales», hasta una inversión de 220 millones de dólares, con el objetivo de activar «una compensación a todos los usuarios y operadores del transporte público urbano, inter e intraprovincial».
«Para la renovación de unidades de transporte, activamos el Plan Nuevo Transporte con una línea de 150 millones de dólares que consiste en entregar un bono de chatarrización de hasta 20.000 dólares y también créditos a una tasa preferencial subsidiada del nueve por ciento», explicó, antes de agregar que el paquete incluye además «el pago de deuda histórica de 80 millones de dólares al transporte de pasajeros».
Además, subrayó que también habrá «una inversión de diez millones de dólares en vehículos para seguridad en vías y de 23 millones de dólares en zonas de descanso y en controles de peso y dimensiones en la red vial estatal», además de «compensación económica de tres meses para los sectores de transporte comercial».
En esta línea, recalcó que «desde el 1 de octubre, 55.000 nuevas familias que hoy viven en situación de vulnerabilidad recibirán el Bono de Desarrollo Humano». «Son hogares que ahora tendrán un ingreso mensual seguro para sostenerse con dignidad», apuntó.
El comunicado destaca que Ecuador procederá a la devolución del IVA «de forma directa» a 115.000 adultos mayores, con una inversión total de 130 millones de dólares. «Asimismo, se destinarán 80 millones de dólares para la devolución del IVA a los constructores de proyectos inmobiliarios, medida que generará empleo y movilizará la economía», dijo.
Por otra parte, anunció medidas para la productividad de trabajadores del campo y el mar. «Implementación del Bono Raíces. Este 15 de septiembre, 100.000 campesinos recibirán mil dólares directos en su cuenta, como capital semilla para su trabajo», argumentó.
Críticas de la Conaie
La medida ha sido inmediatamente criticada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que denunció «un nuevo paquetazo» por parte del presidente, Daniel Noboa, y agregó que el precio del diésel sube «de 1,8 a 2,8 dólares (de 1,53 a 2,4 euros) por galón». «Con esta decisión, Noboa demuestra que no le importa el pueblo ni la gente», sostuvo.
«Por cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y mostrar cifras macroeconómicas, sacrifica la vida, la salud y la educación del pueblo. Esta medida, disfrazada con discursos de ‘justicia social’ y bonos clientelares, es en realidad un nuevo paquetazo neoliberal que encarecerá de inmediato la canasta básica, el transporte de alimentos, la producción campesina, la movilidad popular y, en general, la vida de los sectores más pobres», criticó.
Europapress
