Meghan Markle y el príncipe Harry padres de Archie, de seis años, y Lilibet, de cuatro. La familia Sussex disfruta de una vida cómoda. La duquesa de Sussex adopta un enfoque único para criar a sus hijos e inculcarles una perspectiva equilibrada sobre sus privilegios. Durante su participación en el podcast Aspire with Emma Grede, la ex actriz compartió detalles sobre sus métodos educativos en cuanto al manejo y entendimiento del dinero.
«A veces montamos un pequeño puesto en el mercado. Cultivamos muchas verduras y la jardinería es muy, muy buena para los niños porque les enseña a tener paciencia. Les enseña a apreciar y valorar sus alimentos. Empezamos con semillas, las vemos crecer y ellos esperan. Pero luego tienen que decidir si quieren vender su cosecha y compartirla con nuestra comunidad. Y qué quieren hacer con el dinero una vez que lo hayan conseguido. Y así, aprendiendo a contar y a utilizar los números, empiezan a entender que las cosas tienen un coste y un precio».
La esposa del príncipe Harry considera “esencial” enseñar buenos modales a sus hijos. Destaca la importancia de que comprendan que, además de los buenos modales y el cuidado del entorno, cada cosa tiene un valor. Para ella y su esposo, resulta fundamental que los pequeños aprendan a identificar y apreciar ese valor.
Aunque vive una vida bastante ocupada con sus nuevos proyectos profesionales, Markle no descuida a su pequeña familia. Archie y Lilibet son su mayor prioridad. Entre esas rutinas, destaca el momento al final de un largo día: cuando los niños se acuestan alrededor de las siete de la tarde, puede relajarse con una copa de vino mientras prepara el desayuno del día siguiente. De alguna manera, encuentra en esta actividad algo terapéutico y uno de sus placeres más simples, según revistavanityfair
