El presidente Nicolás Maduro ordenó el despliegue de 25,000 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en la frontera con Colombia y en la costa caribeña. Esta medida se enmarca en un esfuerzo contra el narcotráfico y en medio de la creciente tensión con Estados Unidos.
Según declaraciones del jefe del Estado Mayor, Vladimir Padrino López, este despliegue incluye «medios navales pluviales con drones» y tiene como objetivo «comprobar la no existencia de cultivos ilícitos» y «bloquear la zona de posible narcotráfico». Padrino también hizo alusión a la «Operación Gedeón», asegurando que fue una ruta de narcotráfico financiada durante el gobierno del expresidente colombiano Iván Duque.
Padrino López afirmó que la FANB empleará «todos los medios disponibles» de la Armada y de la aviación militar, subrayando que «nadie va a venir a hacer el trabajo por nosotros». Esta declaración parece ser una referencia a las acusaciones de Estados Unidos de que el gobierno venezolano está involucrado en el tráfico de drogas.
La escalada de hostilidades se ha intensificado tras un incidente reciente en el que las fuerzas armadas de Estados Unidos atacaron una embarcación venezolana en el Caribe, resultando en la muerte de once supuestos miembros de la banda «Tren de Aragua». Las autoridades venezolanas han calificado este suceso como «ejecuciones extrajudiciales».
