En los últimos 20 años, la población ha aumentado y también la incidencia de la enfermedad renal, pero no la capacidad de atención. Actualmente, en el Hospital Pastor Oropeza de Barquisimeto, unas 70 personas están en lista de espera por cupo para dializarse, asegura el presidente de la Fundación Amigos del Paciente Renal (Fundaprel).
Las personas frecuentan constantemente estos centros de salud, tratando de encontrar una oportunidad para acceder al tratamiento. «Es lamentable que muchas deban esperar a que alguien más fallezca para obtener acceso. Sin embargo, el tiempo juega en contra, y ha ocurrido que, cuando finalmente logran iniciar la diálisis, su estado de salud ya está tan deteriorado que, al poco tiempo, fallecen también. Esto es realmente grave».
En tal sentido, insiste en la urgencia de que el Gobierno nacional invierta en esta área. No solamente, ampliando la capacidad de atención, sino también reemplazando las máquinas de diálisis (riñones artificiales), que existen ya que las fallas son cotidianas.
Reconoce que en el estado Lara se construyeron dos unidades de diálisis: una en El Tocuyo y otra en Carora, capitales de los municipios Morán y Torres, respectivamente. Esto permitió liberar alrededor de 300 cupos en Barquisimeto, los cuales fueron rápidamente ocupados. Sin embargo, la demanda continúa siendo superior a la capacidad disponible.
Aunque no se especifican cifras concretas, se menciona que muchas máquinas están completamente dañadas. En otros casos, los desperfectos se solucionan con relativa rapidez, especialmente desde que el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) contrató a un técnico en noviembre de 2024. Si una máquina se avería durante el primer turno de atención, para el tercero «ya está parapeteada«, explicó.
En términos generales, “la mayoría de las máquinas están averiadas, solo han sido reparadas de manera superficial para salir del paso. Reitero, no es justificable que un paciente en proceso de diálisis, restringiendo el consumo de alimentos como queso y leche, presente niveles elevados de urea, creatinina, fósforo y sodio. Esto ocurre porque el tratamiento de diálisis no se está realizando de forma adecuada”.
Entre tres y seis decesos mensuales
Preguntado por sobre los fallecimientos, respondió que el promedio de decesos mensuales varía entre tres y seis. Las estadísticas de muertes relacionadas con enfermedades renales suelen quedar ocultas entre los casos de infartos, accidentes cerebrovasculares y neumonía, ya que, al final, los altos niveles asociados a estos padecimientos conllevan a dichos problemas de salud.
Colmenárez destacó que no pone en duda las buenas intenciones del gobernador Luis Reyes Reyes. De hecho, está prevista la instalación de plantas eléctricas en las unidades El Ángel y Barquisimeto. Sin embargo, el problema con las máquinas de diálisis persistirá, dejando a muchas personas sin la posibilidad de recibir el tratamiento adecuado, lo que pone en riesgo sus vidas. Es urgente e indispensable que el Gobierno invierta en equipos técnicos para cubrir la demanda de riñones artificiales y garantizar así el derecho constitucional a la salud de este grupo de venezolanos. AC
