Cuentan cómo afecta a la comunidad venezolana los delitos y la “viveza criolla” en Chile
Xenofobia, un mal del que muchos zulianos radicados en Chile han sido víctimas. Y, aunque no es algo nuevo, todo ha empeorado desde el asesinato del oficial de carabineros Daniel Palma, quien murió a tiros a manos de un venezolano.
Esconder el acento, pedir perdón y sentir vergüenza. Estas son algunas de las cosas que los migrantes han tenido que hacer luego del brutal crimen del funcionario policial, donde están involucrados cuatro de sus compatriotas, reseña un reportaje de La Tercera.
Alfonso Ferrer llegó a Chile en diciembre del 2017. Encontró un puesto en una distribuidora de bebidas. Mientras que su connacional Derwin Reyes arribó al país suramericano como turista el 12 de abril de 2018. Su primer trabajo fue en un Subway.
Si bien ambos no estaban ejerciendo un trabajo relacionado a su profesión, se sentían tranquilos: Chile significaba un futuro lejos de los peligros de su país. Lo mismo sintió Wilmarianny Lanza (24), que se llegó de Caracas en 2016 con su familia, y que consiguió trabajo como vendedora en el barrio Franklin.
Víctor Higuera, periodista y director de El Vino Tinto, un diario digital dirigido a venezolanos que viven en Chile, cuenta que esos primeros años de convivencia, entre 2016 y 2019, fueron positivos por un factor importante.
Con el tiempo se terminaron asentando en trabajos que les permitieron alcanzar un cierto estándar de vida. Reyes encontró trabajo en un Oxxo, que le entregó la posibilidad de ir ascendiendo. En tanto, Ferrer logró emprender. Hoy trabaja como community manager.
Lanza, por su parte, encontró trabajo en una cafetería en una universidad. También se enamoró y tuvo un hijo. Nació en Chile y hoy tiene cuatro años.
“Para mí, Chile fue encontrar un segundo hogar”, asegura.
La tensión
El primer problema fueron los ruidos. Y los barrios de Santiago Centro y Estación Central a los que los migrantes fueron llegando, los primeros en oírlos.
El venezolano, dice Alfonso Ferrer, es una persona mucho más extrovertida. “Acá las fiestas son distintas. Por ejemplo, en Año Nuevo nosotros hacemos una fiesta más grande, todas las familias hacen juegos, actividades. Lo otro es que allá es normal que uno conozca a todos sus vecinos. El chileno es más cerrado. Nosotros no estamos acostumbrados a eso”.
Después vinieron problemas más profundos. El punto de partida, dice el periodista Víctor Higuera, fue la segunda generación de venezolanos que llegó con la pandemia. Una que, explica, tiene diferencias con la primera.
La masiva migración irregular mientras las fronteras estuvieron cerradas, y la posterior utilización de espacios públicos para acampar, como plazas o playas de parte de venezolanos, causó molestia en los habitantes del norte.
Hubo ocasiones en que esa irritación terminó en actos violentos, como cuando en 2021 un grupo de iquiqueños quemó, en medio de una marcha, las carpas y pertenencias de migrantes de ese país. Meses después, en la misma ciudad, cuatro venezolanos fueron grabados mientras golpeaban a un carabinero.
En la prensa y redes sociales, las noticias que mostraban el creciente descontento de los chilenos con esta nueva ola de migrantes sólo fue creciendo. En diciembre del 2022, por ejemplo, se hizo viral un video de un chileno gritando e insultando a un venezolano que pedía dinero en el Metro de Santiago acompañado de una niña.
Parte de esa tensión la vivió en carne propia Derwin Reyes. El 20 de abril del año pasado, mientras atendía en la caja de un minimarket Oxxo en Ñuñoa, un cliente enojado por no poder ingresar a su mascota al local se acercó a reclamarle.
La vergüenza
La noche del 5 de abril, mientras se acercaba a fiscalizar un vehículo en Santiago Centro, el cabo primero de carabineros, Daniel Palma, recibió un tiro en la cabeza. Murió en cosa de segundos.
Cuando Wilmarianny Lanza vio la noticia, lo primero que pensó fue casi una súplica: “Por favor, que no sea venezolano”.
Pero sí lo eran. A las pocas horas se divulgaron las fotografías de dos “sujetos de interés” para la fiscalía. Los sospechosos eran venezolanos que entraron a Chile de forma irregular. En los días siguientes se sumaron dos imputados más: todos de la misma nacionalidad.
Lanza, en ese momento, decidió subir un video a su cuenta de TikTok. En él, se descargó de forma muy dura ante la delincuencia que llegó desde Venezuela. Suplicaba, entre lágrimas, que la gente no los echara al mismo saco a todos, “por dos, o tres, o cinco” delincuentes. Pero lo más duro que dijo fue otra cosa: “Es uno de esos días en que ser venezolano te da vergüenza”.
El video se llenó de comentarios.
“Me decían que nos teníamos que ir todos, buenos o malos. Que vinimos a arruinar el país. También nos ha pasado en el día a día. En el restorán donde mi esposo trabaja como garzón llegaron unos clientes pidiendo que no los atiendan extranjeros”.
Lanza describe esta semana como la más oscura para la comunidad venezolana en Chile. Lo mismo piensa Ferrer: en la página de Instagram que administra, subió una serie de historias lamentando la muerte del carabinero y analizando la relación que existe entre chilenos y venezolanos.
ENLACE ORIGINAL: Desde Chile: Zulianos cuentan cómo afecta a la comunidad venezolana los delitos y la viveza de compatriotas – Diario Versión Final (versionfinal.com.ve)
ENLACE ORIGINAL: Cuentan cómo afecta a la comunidad venezolana los delitos y la «viveza criolla» en Chile (lapatilla.com)
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