Este viernes 13 de enero se están cumpliendo 77 años de la fundación del Partido Social Cristiano Copei.
Fue precisamente ese día, en el año 1.946, cuando se reunieron en el solar de la vieja lavandería Ugarte, en la parroquia Candelaria, de Caracas, varias de las nuevas figuras políticas que habían emergido en el país durante la primera mitad de la década de los años 40 del siglo pasado.
Estuvieron presentes allí algunos profesionales y varios jóvenes dirigentes estudiantiles universitarios, quienes tenían en común el profesar los postulados socio-políticos de la Iglesia Católica.
De hecho, casi todos provenían de lo que fue el brazo estudiantil universitario también de la Iglesia Católica, como lo fue la Unión Nacional de Estudiantes (UNE).
De paso, muchos de quienes allí se encontraban provenían de un movimiento denominado Comité Organizador Pro Elecciones Independientes, cuyas siglas eran precisamente Copei.
Dicho movimiento había participado en las elecciones efectuadas en ese mismo año 1.946, para elegir la primera Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que tuvo el país, con el color verde como distintivo.
Los fundadores
Entre quienes fundaron a Copei se recuerda, entre otros, a Pedro del Corral y a José Antonio Pérez Díaz, quienes de allí emergieron como presidente y secretario general, respectivamente, de la nueva organización política.
Pero otros fundadores fueron también Rafael Caldera, quien, en poco tiempo, se hizo del liderazgo del recién constituido partido; Lorenzo Fernández, Godofredo González, Hugo Pérez La Salvia, Víctor Jiménez Landínez, Pedro José Lara Peña, Miguel Ángel Landáez y otros.
Caldera, por cierto, acababa de renunciar a su cargo de procurador general de la nación, para el que había sido designado un año antes por la Junta Revolucionaria de Gobierno, que, presidida por Rómulo Betancourt, regía los destinos del país, tras haber derrocado al presidente Isaías Medina Angarita, el 18 de octubre del año anterior, es decir, de 1945.
En las elecciones presidenciales de 1.947, Copei llevó como candidato a Caldera, quien quedó en segundo lugar –bastante rezagado-, detrás del triunfador, don Rómulo Gallegos.
Pero, poco a poco, Copei fue incrementando tanto su militancia como sus simpatizantes, e incluso la calidad de sus dirigentes, y, así, tras varios intentos fracasados, finalmente Caldera pudo llegar a la presidencia del país en las elecciones de 1.968.
De ahí en adelante, la tolda verde mantuvo influyente presencia política en la vida del país durante varias décadas.
Incluso, en las elecciones de 1.972, volvió a ganar la presidencia de la república, con Luis Herrera Campíns como abanderado.
Fricciones y rencillas
Posteriormente, una vez concluido el período de Herrera Campíns, se dio inicio a una serie de fricciones y rencillas internas entre varios de los más calificados dirigentes copeyanos, incluido el mismo Rafael Caldera.
Éste, finalmente, optó por montar tienda aparte en las elecciones presidenciales de 1.993, habiendo liderado una amalgama de partidos pequeños o de “mediano alcance”, a la que el común de los venezolanos denominó “El Chiripero”.
Ello, por supuesto, ya fuera de Copei, el mismo partido que llegó a ser su gran obra política, es decir, su gran creación.
Con esa amalgama, Caldera logró por segunda vez acceder a la presidencia de la república, que ejerció hasta 1.999.
El declive
A raíz de esta nueva derrota, se inició un hasta hora incontenible declive del Partido Social Cristiano Copei, proceso en el que, por supuesto, no han faltado una buena y sucesiva cantidad de escisiones, de un grupo, en algunos casos, o individuales, en otros.
Así, varios de quienes también fueron en su momento figuras políticas muy destacadas, no solamente del partido sino también del país, como Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez Paz, se alejaron de la organización.
Hoy en día, Copei se halla bastante minimizado, y además intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia.
Valga la efemérides, en todo caso, para extender nuestras felicitaciones a la tolda verde, por haber llegado a estos 77 años de existencia, ahora en plena labor de tratar de reconquistar espacios perdidos de otras épocas.
Reinaldo Gómez