El certamen Miss Universo 2025, que se está desarrollando por etapas en Tailandia, se ha visto sacudido –destaca el portal “2001”– por una seguidilla de conflictos legales, filtraciones y protestas que amenazan seriamente su desarrollo.
Las disputas entre la Miss Universe Organization (MUO) y el comité tailandés, conducido por Nawat Itsaragrisil, han generado cancelaciones de eventos, retiro de patrocinadores y una creciente presión sobre la integridad del concurso.
¿Qué pasó con la “Cena y programa de entrevistas especial”?
El comité tailandés promocionaba como parte del certamen una cena especial, pero esta fue cancelada por Nawat este miércoles 5 de noviembre.
Sin embargo, la MUO emitió un comunicado en el que asegura que dicha actividad no estaba autorizada, y que representaba un uso indebido de su marca y logotipo.
Paralelamente, surgieron denuncias formalizadas ante la policía tailandesa sobre la promoción de plataformas de apuestas online en actividades vinculadas al certamen, lo cual podría constituir un delito, bajo la ley tailandesa de juegos de azar.
Confrontación pública y salida de participantes
El conflicto escaló el 4 de noviembre cuando Nawat reprendió públicamente a la representante de México, Fátima Bosch, acusándola de superar sus órdenes, y luego llamándola “tonta” en un contexto que devolvió visibilidad al choque entre autoridades del certamen.
La reacción fue inmediata: La ganadora saliente, Victoria Kjær Theilvig, varias candidatas y delegaciones abandonaron el recinto en protesta.
La MUO respondió restringiendo la participación de Nawat en las actividades del concurso de 2025, y enviando un equipo especial para supervisar los eventos en Tailandia.
Patrocinadores en fuga y tensión financiera
Las marcas que respaldaban el certamen manifestaron su preocupación ante la incertidumbre y la amenaza de sanciones legales.
El comité tailandés admitió la presión recibida, y confirmó que el evento fue cancelado por la falta de viabilidad financiera debido al retiro de apoyos.
Esta situación afecta tanto la logística del concurso como su imagen internacional.
La disputa pone en riesgo la reputación de la marca, planteando preguntas sobre control, transparencia y los estándares éticos que debe cumplir un certamen global como ése. Legalmente, la MUO repite que está dispuesta a ejercer acciones contra quienes utilicen su marca sin autorización (RG).
