En un acto presidido por el arzobispo Polito Rodríguez, la Arquidiócesis de Barquisimeto presentó el Bono Arquidiocesano 2025, una iniciativa destinada a sostener el Seminario Divina Pastora y fortalecer las necesidades pastorales de las parroquias.
Destacó que esta iniciativa forma parte del Plan Pastoral Arquidiocesano, cuyo propósito es consolidar la misión evangelizadora y garantizar el sostenimiento de la formación sacerdotal en la región.
Con más de 100 seminaristas en formación, el Seminario Divina Pastora enfrenta importantes retos estructurales y económicos que solo pueden ser superados con el apoyo de toda la comunidad de fe. El Bono Arquidiocesano 2025 se presenta como una respuesta concreta a esta necesidad, e incluye 20 premios, entre estos dos vehículos marca Toyota, tres motocicletas, una bicicleta, electrodomésticos y un viaje a la isla de Margarita.
La venta del Bono permitirá cubrir gastos esenciales de alimentación, infraestructura y formación espiritual de los futuros sacerdotes, así como apoyar proyectos de renovación de aulas, comedor, capilla y canchas deportivas, fortaleciendo al Seminario como un espacio integral de discernimiento, formación académica y vida comunitaria, detalló.
Este año aspiran superar la meta
El padre Alirio Arrieche, ecónomo arquidiocesano, explicó que el bono se ofrece en tickeras de 10 boletos, con un valor de 15 dólares a la tasa del BCV, y señaló que “el año pasado logramos sostener a 80 seminaristas gracias al Bono. Literalmente, los seminaristas comieron nueve meses con los recursos obtenidos por esa vía. Este año, queremos superar esa meta con el apoyo de todos”.
El pago del bono puede realizarse en divisas. También, cada participante se reunirá con su párroco para definir la modalidad más cómoda de adquisición. Cada parroquia ha desarrollado estrategias propias, incluyendo rifas de los bonos, premios por pronto pago, creación de contenido para redes sociales… Además, se realizará la exposición de los vehículos en distintos puntos para que los fieles puedan verlos y motivarse a participar.
El párroco debe actuar como animador en cada parroquia, mientras que los laicos se encargan de ejecutar el trabajo de promoción y venta, indica la nota de prensa. AC
