Un hecho estremecedor ha conmocionado a los habitantes del sector “José Félix Ribas”, en Chivacoa, Estado Yaracuy: Un bebé de apenas dos meses de nacido habría sido asesinado por su propia madre, con la presunta complicidad de varios familiares, lo cual ha sido reseñado en el portal “Versión Final”.
El suceso ocurrió el pasado miércoles 13 de agosto, y dejó como resultado la detención de cuatro personas: La progenitora del niño, la abuela materna y dos tíos paternos.
De acuerdo con la investigación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y el informe del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), el pequeño presentaba fracturas en la cabeza y otros signos de violencia física.
Lo sumergía en el tobo
La madre lo habría sumergido en un tobo lleno de agua hasta causarle la muerte.
Un día antes del crimen, la mujer había llevado al niño al Hospital “Tiburcio Garrido”, de Chivacoa, alegando que se había caído y golpeado la cabeza. Los médicos lo evaluaron, y lo dieron de alta.
Este miércoles, tras salir el padre a trabajar y dejar al bebé durmiendo, uno de los residentes de la vivienda encontró al niño dentro del tobo.
Fue trasladado al hospital, pero ingresó sin signos vitales.
“Escuchaba voces…”
La madre aseguró a los investigadores que escuchaba voces que le ordenaban hacerle daño al bebé, y que incluso la empujaban cuando lo tenía en brazos.
Según las autoridades, los demás adultos en la casa conocían la situación, pero guardaron silencio, lo que los convierte en cómplices.
El padre del niño también está bajo investigación mientras se esclarecen los hechos (RG).
