Lo merecía. El fútbol sudamericano (o mejor dicho, el brasileño) protagonizó un gran Mundial de Clubes, y plantarse al menos en semifinales era un premio por el que hizo méritos.
El portal “ESPN” reseña que, además, este inédito torneo, ya exitoso dentro y fuera de la cancha, necesitaba un duelo definitorio entre un europeo y un sudamericano, para legitimarse todavía más, ya que no existe campeonato de fútbol importante en el que no se haya dado esta disputa, y también la veremos en esta edición inaugural en Estados Unidos.
Fluminense fue el equipo que mejor entendió cómo enfrentar a los rivales de Europa. Y por eso es el que más lejos ha llegado.
Chelsea tendrá un gran desafío frente al equipo de Renato Gaúcho, que compitió y empató frente a Borussia Dortmund, y le ganó con autoridad a Inter, para luego derrotar en cuartos de final a Al Hilal, un equipo saudita, pero con mayoría de titulares y un entrenador europeos.
La primera semifinal se jugará este martes 8 de julio, en el estadio MetLife, de Nueva Jersey.
Argumentos
Ambos tienen argumentos para alcanzar la gran final del domingo 13, por cierto, en el mismo escenario. Lo mostraron a lo largo de todo el campeonato. Llegar a esta instancia nunca es casual. Un certamen con la dificultad de éste obliga a tener un carácter especial para meterse entre los cuatro mejores, más allá de las cualidades futbolísticas.
El conjunto carioca no llegó como el representante de Brasil más encumbrado: Está de sexto en el “brasileirao”, y ni siquiera juega la Copa Libertadores en esta temporada.
Sin embargo, tiene en Renato Gaúcho un técnico inteligente y pícaro, que, en torneos como éste, encuentra soluciones que otros no logran.
Además, cuenta con futbolistas como Jhon Arias, quien alcanzó su pico de rendimiento aquí, y Thiago Silva, quien exhibió su experiencia y jerarquía cuando más lo necesitaban.
También el Chelsea
Por su parte, Chelsea también sabe jugar partidos de eliminación directa. Viene de ganar la UEFA Conference League, en la que enfrentó a rivales menores, pero le dio la gimnasia para afrontar instancias similares a ésta.
Le sobra categoría individual en casi todas las posiciones, y en algunos de sus jugadores todavía no se notó demasiado el peso de la temporada en sus espaldas, como sí ocurrió en otros conjuntos.
¿Típico choque…?
¿Tendrá este encuentro las características de un típico choque Europa-Sudamérica?
Bueno, en primer lugar, deberíamos identificar cuáles son esas características, porque han mutado a través del tiempo, y sobre todo a partir de la emigración masiva de los cracks de América hacia el otro lado del océano Atlántico.
Además, no es lo mismo el poderío de las selecciones de nuestro continente que de los clubes. Los seleccionados compiten y sacan ventaja por las virtudes históricas: Talento individual, picardía, gambeta. Los clubes necesitan algo más.
Defender, presionar y recuperar
Hoy, da la impresión que la forma de recuperar paridad para los equipos sudamericanos es la intensidad física para defender, presionar y recuperar. Jugar cada pelota como si fuera la última todo el tiempo. Así lo hizo Botafogo contra PSG, Boca ante Bayern Munich, Fluminense contra Inter, y más. Lo explicó bien Josep Guardiola: «Amo cuando en este torneo juegas contra equipos sudamericanos. Cómo te desafían, cómo compiten. Admiro cómo defienden. Son estilos diferentes. Me gusta que cada partido es duro».
Sin sentirse menos
El amor propio. El jugador sudamericano sabe que, por historia, lo único que debe hacer con el europeo es competir. En igualdad de condiciones. Sin sentirse menos. Ni como individuo, ni como equipo. Todo se vio en este Mundial, y por eso hay un representante de la CONMEBOL entre los cuatro mejores, cuando todas las previsiones imaginaban que ésta iba a ser una especie de «mini Champions League».
Los clubes europeos tienen una ventaja económica que ya lleva más de tres décadas. Pero eso no alcanza para romper la historia.
Se viene una semifinal muy igualada entre Fluminense y Chelsea. No hay favoritos, como cada vez que los dos continentes que escribieron la historia del fútbol se enfrentan en un escenario grande (RG).