El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no reconoció el martes 1 de noviembre los resultados de las elecciones que perdió ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, en sus primeros comentarios desde que los comicios se llevaron a cabo el domingo 30 de octubre.
Pero después, el jefe de gabinete, Ciro Nogueira, dijo a los periodistas que Bolsonaro lo autorizó a comenzar el proceso de transición.
En su breve discurso, el presidente no mencionó los resultados de las elecciones, aunque dijo que continuará siguiendo las reglas de la Constitución.
“Siempre me han etiquetado como antidemocrático y, a diferencia de mis detractores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, dijo Bolsonaro, flanqueado por más de una docena de ministros y aliados, a periodistas en la residencia oficial en Brasilia, la capital.
Bolsonaro perdió la contienda por un margen muy estrecho, al obtener el 49,1% de los votos frente al 50,9% de Lula. Ha sido la carrera presidencial más reñida desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985.
Más temprano el martes, el Supremo Tribunal Federal ordenó a la policía federal de caminos despejar de inmediato cientos de carreteras en todo el país bloqueadas por camioneros que apoyan a Bolsonaro y desconocen la derrota ante Lula.
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