La princesa Amalia de Holanda lució por primera vez en público la tiara Mellerio de Rubíes, una de las joyas más importantes de la Casa Real Holandesa, en ocasión de la cena de gala ofrecida el martes 15 de abril, por el Palacio Real de Amsterdam, con motivo de la visita oficial del sultán Haitham bin Tariq de Omán.
La heredera al trono, de 21 años, acompañó a sus padres, el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima y destacó por su elegancia y por la histórica joya.
La tiara, confeccionada por la joyería francesa Melleiro en 1889 para la Reina Emma, tatarabuela de Amalia de Holanda, está compuesta por 385 piedras preciosas entre diamantes rubíes, y ha sido portada por todas las reinas neerlandesas desde su creación.
Esta joya también la elegida por la reina Máxima para su primer retrato oficial en 2013. Amalia, gran admiradora del joyero real, la lució con naturalidad. Completó su estilismo con un vestido malva de la firma británica Safiyaa, y las insignias de la Orden del Renacimiento de Omán, condecoración que le fue otorgada ese mismo día por el Sultán.
La relación de Amalia con esta tiara va más allá del protocolo. En su biografía oficial, publicada en 2021, se incluyó una foto privada nunca antes vista de la heredera probándose esta misma tiara cuando tenía ocho años.
La aparición de la Princesa Amalia con la tiara de rubíes ha sido uno de los momentos más comentados del evento, no solo por la belleza de la joya en sí, sino por el significado personal que tiene para la princesa.