Al menos 11 personas murieron y otras 20 continúan desaparecidas tras el paso del huracán Agatha por el sur de México, donde dejó ríos desbordados, deslaves y destrozos en viviendas y zonas turísticas de la costa.
El gobernador del estado de Oaxaca, Alejandro Murat señaló el martes a Telefórmula que el balance sigue siendo preliminar y que entre los desaparecidos se incluyen niños. El funcionario había dicho en una primera entrevista que había 10 muertos, y más tarde actualizó la cifra.
Agatha hizo historia como el huracán más potente que ha tocado tierra en un mes de mayo durante la temporada de tormentas del Pacífico oriental.
El ojo de la tormenta llegó a Oaxaca el lunes por la tarde como un potente huracán de categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora (105 mph), pero perdió fuerza rápidamente al avanzar tierra adentro.
Murat señaló que las comunidades más afectadas se ubican en la parte alta de la sierra, en su mayoría pequeños poblados aislados que continuaban incomunicados la noche del martes. En Santiago Xanica, a dos horas de la costa, se reportaron 6 muertos y 10 desaparecidos.
Los remanentes de Agatha se movían hacia el noreste el martes, rumbo al estado de Veracruz, con vientos máximos sostenidos de 45 km/h (30 mph).
La tormenta se disipó por la tarde, pero tanto el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos como las autoridades mexicanas advirtieron que las fuertes precipitaciones del sistema podrían causar peligrosas inundaciones repentinas en los estados del sur de México.
Murat pidió a la población permanecer en alerta ante posibles nuevos desbordamientos y deslaves.
La localidad de San Isidro del Palmar, a unos cuantos kilómetros de la costa, fue anegada por el río Tonameca que atraviesa la ciudad.
Los residentes vadearon por aguas que les llegaban hasta el cuello para salvar los objetos que pudieron de sus casas, caminando con cautela con montones de ropa sobre sus cabezas y figuras religiosas en los brazos.
Argeo Aquino, que ha vivido en el pueblo toda su vida, sólo recuerda otras dos ocasiones en las que haya visto una inundación semejante.
“Las casas totalmente están inundadas. Entonces están sacando todo», comentó Aquino el lunes mientras observaba a sus vecinos. “Hay tiendas, casas habitación. Más que nada hay que procurarse acá todo que es material bueno, porque de lo demás se va a llevar todo”, agregó.
Las aguas marrones del Tonameca llegaban hasta las ventanillas de los automóviles estacionados y de los camiones utilizados para el transporte local.
Las intensas precipitaciones y un fuerte oleaje azotaron las localidades turísticas de Zipolite, conocida por sus playas nudistas y la práctica del surf, y Mazunte, otra popular playa de ambiente bohemio que el martes comenzaba a sacar el lodo de los restaurantes y a limpiar tejados caídos, la mayoría de ellos de palma.
“Agatha fue más prolongado y resultaron dañados todos los negocios aquí en la playa, lo que son palapas, techos y árboles caídos”, dijo José María Pacheco, un vecino de Mazunte.
La canadiense Tina Deuxfois, que llegó a Mazunte como turista pero lleva ocho meses viviendo aquí en compañía de sus hijos, pasó un mal rato.
“Fue muy fuerte y nos dio mucho miedo, luchábamos para que la casa no se viniera abajo», admitió.
Otros pobladores corrieron peor suerte.
“No tengo nada, ni qué comer”, comentó Antonio Díaz, de San Isidro del Palmar, entre lo poco que seguía en pie en su vivienda.
Las ráfagas de viento se escucharon durante unas seis horas el lunes, dijo Silvia Ranfagni, gerente del hotel Casa Kalmar, en Zipolite.
“El sonido tan agudo del aire, muy fuerte, entrando agua… muy fuerte”, comentó. “Empezó a la 1 de la tarde, cuando se cortó la señal y se calmó sólo como a las 7 y media».
“Muchos árboles, caminos destruidos, puentes, casas no sé, pero sí muchos techos de palma o lámina volaron”, añadió.
Agatha se formó apenas el domingo y ganó fuerza rápidamente. Fue el meteoro más potente en tocar tierra que se ha registrado en un mes de mayo en el Pacífico oriental, indicó Jeff Masters, meteorólogo de Yale Climate Connections y fundador de Weather Underground. AP