La inestabilidad política en África Occidental ha tomado un giro preocupante. Los militares de Guinea-Bisáu han declarado tener el control total del país, según comunicados oficiales emitidos la tarde del martes. Este anuncio confirma las alarmas que se habían encendido en la comunidad internacional.
La declaración de control total surge tras varios días de intensos movimientos militares y el registro de disparos en Bissau, la capital. Estos eventos alimentaron la preocupación internacional ante la posibilidad de un golpe de Estado en este pequeño país africano, conocido por su histórica volatilidad política.
Según las autoridades militares que tomaron el mando, la operación tiene como objetivo principal «restablecer el orden y la seguridad» en el país. Justifican la intervención alegando episodios de descontento y una profunda división interna entre distintas facciones políticas y militares.
Este incidente se suma a una serie de golpes o intentos de golpe de Estado recientes en la región de África Occidental, poniendo nuevamente en evidencia la fragilidad de las estructuras democráticas y la persistente crisis de seguridad y gobernabilidad en Guinea-Bisáu.
