Dos semanas sin el servicio de energía eléctrica llevan ya 55 familias barquisimetanas afectadas por un repentino corte del servicio, a consecuencia de la explosión de tres transformadores del sector.
Y, por cierto, un grupo de vecinos de tal sector se apersonó durante la mañana de este martes 11 de octubre a las puertas de la sede de la Gobernación del Estado Lara, con el objeto de reclamar una pronta solución al problema, “porque ya hemos acudido a varios entes públicos, y ni siquiera respuesta nos han dado”.
María Chediak, vocera de los afectados, apuntó que “somos habitantes del sector comprendido en la carrera 2 entre las calles 2 y 3 de la Urbanización Morán, muy cerca del destacamento de la Guardia Nacional allí ubicado”.
Contó la dama que, el pasado 27 de septiembre, con motivo de la lluvia tormentosa de ese día, explotaron tres transformadores del fluido eléctrico de nuestro sector.
–Después de tanto reclamar –añadió–, finalmente nos repusieron los tres transformadores, pero ocurre que los tres artefactos eran repotenciados, por lo que, en la noche de ese mismo día de su instalación, dos de ellos volvieron a explotar, con lo que eso resultó ser una reparación que no reparó nada.
Admitió que, ciertamente, les quedó funcionando un transformador, “pero éste es de fase 110V, que no es suficiente para cubrir la demanda del sector”.
–Total: Que seguimos igualito, sin servicio eléctrico normal, lo que nos está afectando severamente a unas 55 familias de esa área, con las graves consecuencias imaginables, ya que allí habitan también niños y adultos mayores.
Denunció asimismo que ellos han entregado solicitudes de reparación por escrito ante Corpoelec, Alcaldía de Iribarren y Gobernación del Estado Lara, pero que, hasta ahora, ni siquiera respuesta alguna han recibido.
–Y esa es la razón de nuestra presencia aquí, a las puertas de la gobernación del Estado Lara, para ver si el ciudadano gobernador se conduele y ordena se nos solucione prontamente este enojoso problema.
También señaló que esta problemática afecta a la escuela estadal Tomás Rafael Giménez, donde los alimentos que deben ser refrigerados «se dañaron por falta de electricidad».
Reinaldo Gómez
Gráficas: Julio Colmenárez
