El canciller de Venezuela, Yván Gil, denunció este lunes16 de junio, en la 79.ª reunión plenaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que las medidas económicas impuestas por Estados Unidos «no buscan objetivos comerciales legítimos, sino que son empleadas como instrumentos de presión política para controlar a naciones soberanas», por lo que exigió el cese inmediato de las mismas.
«Las medidas coercitivas unilaterales son aplicadas como instrumento de cohesión política, económica y financiera; en particular, son ilegales además de cruentas e inhumanas, y es una clara violación de los principios consagrados en las cartas de las Naciones Unidas, de las normas más básicas del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, así como las disposiciones de la declaración del derecho internacional», declaró Gil durante su intervención.
Afirmó que estas medidas y aranceles que hoy se pretenden imponer «persiguen objetivos diferentes a los relacionados con el comercio, ya que en realidad procuran objetivos similares a los de las políticas de las medidas coercitivas unilaterales que el gobierno estadounidense ha abrazado durante décadas».
El jefe de la diplomacia reiteró la posición del mandatario Nicolás Maduro en contra de las sanciones y restricciones que, según dijo, «atentan contra la soberanía y el desarrollo de las naciones».
Asimismo, el canciller venezolano exigió la eliminación y toda aplicación de estas medidas en el mundo, debido a que «violan gravemente y tienen un impacto negativo, entre otros, el pleno goce de los derechos humanos, así como la adquisición de bienes y servicios, la transferencia de tecnología, la creación de capacidades y la cooperación Sur-Sur, Norte-Sur y triangular a escala mundial».
Más de 1.000 sanciones contra Venezuela
Gil expresó además que «son más de 1.000 las sanciones que el gobierno de EEUU y sus satélites europeos han venido aplicando desde hace 10 años contra Venezuela, generando no sólo dolor y sufrimiento sobre 30.000.000 de venezolanos, sino también pérdidas económicas que superan, hasta el año 2022, los 642.000 millones de dólares, por lo que tres años más tarde se trata de una cifra aún mayor».
Por último, reiteró «la urgente necesidad de avanzar en la propuesta presentada por la República Islámica de Irán ante el Comité Especial de la Carta de las Naciones Unidas sobre los medios para prevenir, remover, eliminar, minimizar y reparar los efectos e impactos adversos de las medidas coercitivas unilaterales». GC
