Del 2000 al 2019 la participación de las mujeres en la fuerza laboral disminuyó 4%, a nivel global; y según datos del Banco Mundial, en todos los países, enfrentan brechas salariales. Tomando en cuenta que las mujeres representan el 40% de la fuerza laboral mundial, y muchas de ellas logran tener sus propios emprendimientos, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 48% de su potencial productivo no se utiliza.
En este contexto, la Ley Orgánica para Impulsar la Economía Violeta fue aprobada este 10 de enero, por la Asamblea Nacional del Ecuador, con el objetivo de garantizar la participación de las mujeres en el desarrollo económico del país. Lo que significa que desde el 20 de enero, el directorio de una empresa deberá incluir a una mujer por cada tres integrantes. Esta medida aplica para empresas que tengan tres o más integrantes en su directorio.
“Las mujeres en cargos directivos son una minoría en comparación con los hombres. Sin embargo, su presencia en estos cargos se ha incrementado en los últimos años. Ahora, con la nueva Ley Orgánica para Impulsar la Economía Violeta, se busca dejar atrás estereotipos de género y culturales. Poco a poco, incluso antes de la aprobación de la Ley, se ha venido dando un cambio en la igualdad y diversidad de género dentro de las empresas”, explica Paulina Cobo, Country Head Cornerstone.
En este contexto, Cobo comparte los principales beneficios de contar con mujeres en los equipos de trabajo:
- Mayor diversidad en el pensamiento y en la toma de decisiones: Esto debido a que las mujeres tienden a tener un enfoque diferente en el trabajo y pueden aportar perspectivas y soluciones novedosas.
- Mejora en la cultura laboral: Las mujeres tienden a fomentar un ambiente laboral más colaborativo y ético.
- Mejora en el rendimiento financiero: Varios estudios han demostrado que las empresas con una mayor presencia femenina en los puestos de liderazgo tienden a tener mejores resultados financieros. Esto debido a que generalmente, la mujer lleva una mejor administración de las finanzas dentro del hogar, al tener un mejor control de los gastos, comprar de manera más responsable, entre otros aspectos.
- Mayor capacidad de atraer y retener talento: Las empresas que promueven la igualdad de género y la diversidad tienen una mayor capacidad para atraer y retener a los mejores profesionales. Sobre todo porque se proyectan como lugares de trabajo respetuosos de las diferencias, que promueven el desarrollo de sus profesionales sin importar género, ni otro aspecto de índole cultural o social, entre otros.
- Mejora en la reputación de la empresa: Al promover la igualdad de género y la diversidad, las empresas mejoran su reputación e imagen pública de manera importante, ya que son percibidas de manera positiva por la sociedad y por sus colaboradores.
Sin embargo, es importante mencionar que estos beneficios no serán realidad si no existe una cultura organizacional que promueva la equidad de género, la no discriminación y la inclusión. Es importante también mencionar que el beneficio no es solo para las mujeres sino para toda la organización y la sociedad en general.