Apenas dos días después de que un hombre armado matara a 11 personas en una academia de baile de Los Ángeles, otras siete víctimas murieron tiroteadas en una localidad costera cercana a San Francisco, en uno de los episodios de violencia masiva con armas de fuego más sangrientos de las últimas décadas en California.

Las autoridades dijeron que no habían identificado el móvil de ninguno de los ataques. Los ataques parecieron especialmente desconcertantes en parte porque los sospechosos de cada uno de ellos eran hombres en edad de jubilación, mucho mayores que el autor típico de tiroteos masivos mortales que se han convertido en rutina en Estados Unidos.

El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que estaba visitando a los supervivientes heridos de la masacre del sábado por la noche en el suburbio de Monterey Park, en Los Ángeles, cuando fue informado de los asesinatos del lunes en el norte de California. «Tragedia sobre tragedia», escribió Newsom en Twitter.

La última matanza con armas de fuego afectó a Half Moon Bay, una localidad conocida por sus playas de surf y su agricultura, a unos 50 kilómetros al sur de San Francisco. El lunes, un hombre armado abrió fuego contra los trabajadores agrícolas en dos lugares a una milla de distancia, matando a siete personas e hiriendo a una, y luego huyó. Hasta el martes por la mañana, las autoridades no habían facilitado información sobre las víctimas.

El pistolero acusado, identificado como Chunli Zhao, de 67 años, fue detenido más tarde tras ser hallado sentado en su vehículo, aparcado frente a una comisaría del sheriff, donde las autoridades dijeron que creían que había acudido para entregarse.

Un arma de fuego semiautomática se encontró en su coche, el Sheriff del Condado de San Mateo Christina Corpus dijo en una conferencia de prensa por la noche.

Corpus dijo que el sospechoso, que estaba «cooperando plenamente» con los investigadores tras su detención, había trabajado en una de las dos escenas del crimen. Describió los lugares como «viveros» agrícolas, donde también vivían algunos de los trabajadores. Los medios de comunicación locales informaron de que uno de los lugares era una granja de setas.

La oficina del fiscal del distrito de San Mateo dijo a la prensa local que esperaba presentar cargos el miércoles por la mañana, y que el sospechoso debía comparecer ante el tribunal el miércoles por la tarde.

El presidente Joe Biden dijo en un comunicado el martes que había sido informado sobre el tiroteo de Half Moon Bay y había dado instrucciones a su administración para apoyar a las autoridades locales.

«Incluso mientras esperamos más detalles sobre estos tiroteos, sabemos que el azote de la violencia con armas de fuego en todo Estados Unidos requiere una acción más enérgica», dijo, instando al Congreso a reintroducir una prohibición federal de las armas de asalto.

La noticia de la masacre salió a la luz mientras los detectives seguían investigando el tiroteo del sábado por la noche en el Star Ballroom Dance Studio de Monterey Park, al este del centro de Los Ángeles, donde un hombre armado mató a 11 personas e hirió a nueve.

Según las autoridades, el sospechoso, Huu Can Tran, de 72 años, se dirigió a un segundo salón de baile cercano, pero se enfrentó al encargado del club, que le arrebató el arma.

Tran, un antiguo cliente del Star Ballroom, huyó en una furgoneta de carga blanca. La policía le acorraló unas 12 horas más tarde en Torrance, al sur de Los Ángeles, momento en el que se suicidó de un disparo.

REGISTRO LETAL

La violencia del sábado se desencadenó en medio de una celebración del Año Nuevo Lunar chino en Monterey Park, centro neurálgico de la comunidad asiático-estadounidense en el sur de California, lo que suscitó la preocupación inicial de que el ataque tuviera una motivación racial.

El martes por la mañana, la oficina del forense sólo había identificado a cuatro de las diez víctimas. Entre los muertos había dos pescadores de Taiwán, según el consulado taiwanés en Los Ángeles, que no dio el nombre de los fallecidos.

Entre las víctimas, amigos y familiares dijeron que My Nhan, de 65 años, y Ming Wei Ma, de unos 60, eran asiduos del estudio de danza. En un comunicado, la familia de Valentino Marcos Alvero recordó al filipino como un abuelo cariñoso y «el alma de cualquier fiesta».

El consulado chino en Los Ángeles dijo que habían muerto ciudadanos chinos en el incidente, sin dar detalles concretos.

Fue el tiroteo masivo más mortífero de la historia en el condado de Los Ángeles, según Hilda Solís, miembro de la Junta de Supervisores del condado.

En comparación, la matanza de 21 personas en un restaurante McDonald’s de San Diego en 1984 se mantiene como la mayor pérdida de vidas en un solo tiroteo en California.

Los dos últimos tiroteos se caracterizaron también por la edad de los sospechosos, uno de unos 60 y otro de unos 70 años.

Una base de datos de 185 tiroteos masivos entre 1966 y 2022 mantenida por la organización sin ánimo de lucro Violence Project incluye sólo uno llevado a cabo por alguien de 70 años o más: un minero jubilado que mató a cinco personas en Kentucky en 1981.

El sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, dijo a la prensa el lunes que los investigadores habían recogido 42 casquillos de bala y un cargador de munición de gran capacidad en el estudio de baile.

En el registro de la casa móvil del sospechoso, situada en una urbanización cerrada de la ciudad de Hemet, a 130 kilómetros al este de Los Ángeles, se encontró un rifle, dispositivos electrónicos y artículos «que nos llevan a pensar que el sospechoso estaba fabricando silenciadores de armas caseros». La policía también se incautó de cientos de cartuchos en la vivienda y de una pistola en el vehículo del sospechoso.

El jefe de policía de Monterey Park, Scott Wiese, dijo que los investigadores estaban estudiando informes no confirmados de que la violencia podría haber sido provocada por celos o problemas de pareja.

ENLACE ORIGINAL: California staggered by deadly back-to-back mass shootings | Reuters

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