Juan Vené… Las cartas desde El Más Allá. La de César Tovar al Novato Desconocido

Mi apreciado Novato Desconocido, o mis Novatos Desconocidos, porque ¡¿quién sabe cuántos son?!:

Te escribo con el propósito de animarte, cuando estás por iniciarte en una profesión tan atractiva como exigente. ¡Ah! porque me refiero a quienes son novatos este año en las menores, no en Grandes Ligas. Sí, a esos que por primera vez llegarán a un campo de entrenamientos dentro de pocas semanas.

Por cierto, es muy diferente comenzar ahora en la pelota profesional, que cuando yo lo hice, hace 65 años. Hoy día, casi todos los que por primera vez se calzan un uniforme de las menores ya son millonarios, gracias a los bonos. Lo que me parece justo, apropiado.

En mis días de novatón, o no te daban nada por firmar, o te tiraban por ahí real-y-medio-y-cuartillo.  

A mí me firmaron los Rojos por 500 dólares y me mantuvieron en las menores desde 1959 hasta 1964, ¡seis años!, cuando me mandaron a los Twins, quienes pusieron mi nombre en una alineación de Grandes Ligas por primera vez, el 12 de abril de 1965.  

En las menores de antes se viajaba mucho en autobús. Ahora también. Tienes que aprender una de dos especialidades, a dormir mientras el vehículo rueda o a disfrutar del paisaje.  

Nunca le demuestres al mánager, ¡y menos a un coach!, estar cansado, fastidiado, o desanimado. Tienes que ser pura energía, puras ganas de jugar, entusiasmo en exceso. Si no puedes, mejor regresa a tu casa.

Trata de aprender todo cuanto te enseñen. Después, en la experiencia de los juegos, vas descubriendo qué te conviene hacer y qué cosa no te es recomendable.

Si te duele algo, no te quejes en seguida, trata de jugar de todas maneras, hasta que sea insoportable. Entonces si, entrégate a los trainers o al médico.

Métete en la cabeza que en el béisbol profesional, sea de la categoría que sea, lo único importante es ganar juegos. Te pagan porque necesitan que pongas todo para que el equipo gane. Óyeme lo que te digo: Si los nueve de la alineación le ponen el ciento por ciento al juego, difícilmente serán derrotados.

Olvídate de adornitos femeninos, como cabello estirado y teñido, y melena o clinejas que estorban por debajo de la gorra. Olvídate de ridiculeces como las asquerosas barbas, imposibles de mantener aseadas y la falta de uniformidad, usando detalles del uniforme diferentes a los del equipo.

Nada de eso es importante. Lo importante es ganar juegos.

Si vas a copiar a alguien, no copies a Tony Gonsolín, ni a Odúbel Herrera, ni a Ronald Acuña, mejor trata de copiar a Pete Rose o a Ichiro Suzuki.  

De todas maneras, hagas lo que hagas, no me importa, te deseo lo mejor de lo mejor… César.

 [email protected]

@juanvene5