“Si, tal como pareciera va a ocurrir, se decretase un incremento del salario mínimo mensual del venezolano, y si el monto de ese incremento fuese “racional”, pues pienso que ello no debería impactar u ocasionar algún trauma en el sector industrial del país”.

La anterior aseveración provino de Joel Segura, presidente de la Cámara de Industriales el Estado Lara.

A Segura se le solicitó su opinión, a propósito del hecho de que el ambiente actual del país, con la serie de movilizaciones de calle, y con la presión cada vez mayor para que ello ocurra, hace pensar que así va a suceder.

A tal respecto, Segura recordó que es un hecho conocido que tanto el sector industrial, como el empresarial en general de Venezuela, paga salarios mínimos por encima del sueldo mínimo venezolano, “y en algunos casos, muy por encima”.

¿Qué quiere usted decir cuando utiliza la palabra “racional”?

–Pues sencillamente que lo lógico es –y eso el gobierno supongo que lo tiene muy claro— que ese incremento no puede ser de un monto tan exagerado que lleve a la quiebra a muchas empresas, del ramo que sean.

–Para nadie es un secreto –añadió— que, no desde ahora, sino desde hace ya algunos años, el sector de la clase trabajadora venezolana está necesitando que sus ingresos mejoren.

— Y es que es evidente –valga la redundancia–  que los bajos ingresos del sector de la clase trabajadora venezolana en los últimos años  han sido el detonante que, desde el mismo comienzo de este año 2023, ha disparado la situación de conflictividad en el país.

–Y lo del incremento salarial es ya un clamor verdaderamente nacional, y que debiera concretarse en poco tiempo, supongo.

–Pero es bueno señalar que, de producirse un incremento del salario mínimo, cuestión que nosotros entendemos perfectamente, ello generaría también, a su vez,  un incremento en el renglón de los  bienes y servicios.

–Todo ello, obviamente, sería beneficioso, por supuesto, tanto para el sector privado, como para el pueblo en general.

Reinaldo Gómez