Lo que comenzó en agosto de 2005 como un simple encuentro para compartir, se ha convertido en una tradición de dos décadas para la familia larense «Los Duranes». Con el objetivo de fomentar la unión, el amor y la competencia sana, tíos, primos, sobrinos y nietos se reúnen cada año para celebrar sus ya tradicionales «juegos familiares».
La tradición, que se ha transmitido de generación en generación, es una oportunidad para que los más pequeños y los más grandes de la familia disfruten de juegos como voleibol, stop, fusilado y otros juegos tradicionales y de mesa. El ambiente de estos encuentros se caracteriza por las risas, las estrategias y la complicidad, reforzando los lazos afectivos sin espacio para las discusiones.
Más allá de la diversión, esta costumbre se ha convertido en una «memoria viva» para la familia. Las anécdotas de años pasados se reviven con humor, y las historias de infancia se transforman en chistes internos que conectan a las nuevas generaciones. Para «Los Duranes», el verdadero premio no es la victoria en los juegos, sino la unión que se fortalece con cada encuentro.
A pesar de que algunos de sus miembros han emigrado, la tradición se mantiene con la esperanza de que, algún día, puedan volver a estar todos juntos. Esta historia de «Los Duranes» no solo es un testimonio de la importancia de las tradiciones familiares, sino también un ejemplo de cómo la unión y el amor pueden trascender las fronteras y el paso del tiempo.
